La noche de San Xuan no tendrá este año en Mieres ni fuego, ni artificios ni fuentes enramadas. Pero al menos habrá música. El Ayuntamiento ha diseñado un programa que, sin llegar a la consideración de festivo, al menos mantendrá encendida la llama de las patronales. "La actual crisis sanitaria nos impide poder disfrutar de unas fiestas al uso, pero queremos mantener en alguna medida el vínculo con la tradición, aunque limitándolo al ámbito cultural", explica el concejal de Juan Ponte.
La celebración de San Xuan quedará este año circunscrita al aspecto musical. Habrá varios conciertos, con una cita central la noche del 23 de junio. En el centro de la ciudad se habilitarán dos espacios para los encuentros musicales. Uno será con toda seguridad en el parque Jovellanos y el segundo se dará a conocer en breve.
En el caso del parque, se utilizará la concha central para las actuaciones y se establecerá un cierre perimetral. Se establecerá un aforo máximo y las personas interesadas en asistir deberán apuntarse previamente. En los recintos se colocarán sillas y los conciertos se seguirán sentados, respetando las distancias de seguridad", apunta Juan Ponte. Fuera de la zona acotada también se establecerán normas para quienes quieran seguir a cierta distancia las actuaciones, con marcas en el suelo estableciendo distanciamientos.
El Ayuntamiento de Mieres ha desechado la posibilidad e instalar carpas para las actuaciones musicales debido a que se pretende que la ciudad se impregne de cierto ambiente festivo. Con todo, el esfuerzo que se está haciendo desde la concejalía de Festejos por articular una programación musical compatible con las medidas de distanciamiento aconsejables en la actual situación no impedirá que San Xuan pierda este año sus principales citas.
El patrón se quedará, por ejemplo, sin su principal símbolo. La noche del 23 de junio no habrá "foguera". Ni grande ni pequeña. La madera no arderá como es costumbre desde al menos hace siglo y medio. Lógicamente, tampoco se cantará la danza prima, por lo que no habrá baile. En este punto, los responsables municipales pretenden promover entre la ciudadanía algún tipo de gesto simbólico, de carácter íntimo, pero que permita generar algún tipo de vínculo compartido.
Los fuegos artificiales también deberán esperar hasta 2021. El Ayuntamiento ha optado en este caso por la prudencia. Si bien no habría ningún impedimento para el lanzamiento de la habitual pirotecnia, los responsables municipales asumen que sería casi imposible evitar las aglomeraciones en ciertas zonas de la ciudad para seguir el espectáculo nocturno. Del mismo modo, tampoco se procederá al tradicional enramaje de fuentes.
Las patronales de Mieres deberán renunciar a sus ritos ancestrales, pero al menos tendrán encuentros musicales, algo que ni tan siquiera tuvo La Folixa. Serán unas patronales de terrazas.
