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Las vacías barriadas mineras despiertan interés inmobiliario fuera de Asturias

Los profesionales detectan una creciente demanda de pisos a la venta, sobre todo de madrileños: "Valoran lo que aquí se desprecia"

Las vacías barriadas mineras despiertan interés inmobiliario fuera de Asturias

La barriada minera de Santa Cruz cuenta con 167 pisos, de los que alrededor de unos 40 están actualmente desocupados. El retrato sociodemográfico de la despoblada y envejecida colomina de San Salvador puede extrapolarse, a grandes rasgos, a casi cualquier otro asentamiento obrero de las Cuencas. La juventud ha emigrado, dejando un vacío que ha terminado por generar una coyuntura inesperada. Las baratas viviendas que los hijos de los mineros no han querido o podido ocupar están encontrado mercado fuera de la región.

"En Asturias estamos despreciando algo que resulta que tiene gran valor en el resto de España", explica Valentín Álvarez, de Red de Inmobiliarias Españolas. "Estamos detectando un interés creciente por el mercado de pisos ubicados en barriadas mineras. Hay mucho madrileño que busca una segunda vivienda que resulte económica. También nos llegan personas afincadas en el Levante y en Cataluña que quieren tener vivienda en Asturias para pasar alguna temporada". Los profesionales perciben la creciente demanda con claridad. "No falta quien ve la oportunidad de invertir. Nosotros hace poco vendimos a una persona de Miami tres pisos, ubicados en Murias, Rioturbio y Figaredo. Todos por debajo de los 21.000 euros", apunta Valentín Álvarez. "Por cien mil euros puedes comprar un piso en el extrarradio de Oviedo y alquilarlo por 400, o comprar cuatro en barriadas mineras y ponerlos en renta por 200 cada uno. Es fácil echar cálculos".

En el barrio de San Salvador, los vecinos atestiguan lo que las inmobiliarias advierten. "En los últimos tiempos han comprado varios madrileños en el barrio y también ha llegado gente de Valladolid", remarca Arsenio Díaz Marentes, vecino de Santa Cruz y presidente de la Agrupación Vecinal de Mieres . Los inversores, en su mayoría, optan por Santa Cruz como segunda vivienda. El motivo es el bajo precio de los pisos y las buenas comunicaciones, "a cuarenta minutos hora de la playa y a media hora de una estación de esquí". Hay incluso quien ha llegado para quedarse permanentemente.

Mauro Mendoza y Tumay Irgas han comprado un bajo en el centro de la barriada de San Salvador. Él es argentino y ella turca. "Vivíamos en Alemania y queríamos asentarnos en España . Buscamos por internet algo en una zona que nos convenciera y que resultara económica". La búsqueda acabó en Santa Cruz. "Estamos encantados con la elección. Es un sitio tranquilo, rodeado de verde y bien comunicado", señala Mendoza. Este argentino augura que los pisos vacíos que abundan por la barriada mierense se pueden ocupar en los próximos años a poco que se logre publicitar su existencia: "Yo estoy intentando convencer a varios amigos que están buscando casa y que ya tienen unos pequeños ahorros. Alguno parece bastante convencido y tal vez se anime a dar el paso pronto".

El precio es uno de los atractivos que ofrecen las barriadas mineras. Los expertos en el mercado afirman que se pueden conseguir fácilmente pisos por entre 15.000 y 20.000 euros. Los vecinos de San Salvador señalan que se han cerrado operaciones por 9.000 euros. Mauro Mendoza y Tumay Irgas desembolsaron 11.000.

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