La aspiración de los trabajadores de la subcontrata Sacyr (la antigua Imsa), que opera en el lavadero del Batán en Mieres, para ser incorporados como plantilla propia de Hunosa, deberá de ser dirimida en los juzgados. Pese a las movilizaciones y al informe de la Inspección de Trabajo, que reconoce una cesión ilegal por parte de la contrata hacia a hullera pública, las negociaciones no han llegado a buen término, y deberá ser el juez el que dictamine el futuro de estos 44 operarios. Desde CC OO de Industria instaron ayer a Hunosa a recapacitar, al tiempo que reiteraron su intención de llevar el caso ante la SEPI, accionista mayoritaria de Hunosa, y la única entidad que puede desbloquear la situación antes de verse las caras ante el juez.
El Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec) de Oviedo acogía desde las 10 de la mañana de ayer el encuentro entre los sindicatos y sus servicios jurídicos y Hunosa junto a los suyos. El encuentro se prolongó durante un par de horas, pero al final no hubo ningún tipo de acuerdo. Esto obliga a los trabajadores a presentar ante el juzgado de lo Social, previsiblemente el de Mieres, una demanda por conflicto colectivo.
Los trabajadores de la subcontrata, que ayer vivieron su segundo día de huelga en el lavadero, se manifestaban a la vez ante el organismo público. El secretario general de CC OO de Industria en Asturias, Damián Manzano, mostraba su deseo de que "Hunosa pueda recapacitar, ya que las administraciones públicas están tomando medidas para prevenir la cesión ilegal de trabajadores o el encadenamiento de contratos". "El informe de Trabajo ha puesto colorada a Hunosa y esperamos que las demandas de los trabajadores se vean colmadas", decía. Al término de la reunión, sin acuerdo, el líder sindical manifestaba que "es una situación que esperábamos y desde CC OO, como ya dijimos, vamos a trasladar la situación a la SEPI, tanto en la mesa de negociación como en la movilización". Manzano agregó que "lo que hace Hunosa es cometer un error garrafal y hacer perder a los trabajadores tiempo y dinero en un tema que está sumamente claro". "Nos veremos en el juzgado si antes no recapacitan", concluyó.
Al mediodía, los 44 trabajadores de la subcontrata del Batán se trasladaban ante la sede de Hunosa en Oviedo para manifestarse. Petardos, consignas y pancartas reivindicativas fue el escenario que durante varios minutos mantuvieron ante el edificio de la Avenida de Galicia.
El comité de empresa de Sacyr, la antigua Imsa, en el lavadero del Batán también se mostró muy molesto. Su presidente, Javier Díaz, tachó de "mezquina" la actitud de Hunosa en el acto de conciliación. "La empresa no entiende a razones y dice que va a recurrir hasta el final. Está llevando a los trabajadores a gastar su dinero, cuando la empresa juega con el dinero del Estado, con el dinero de todos", clamó.
