Los problemas y las trabas administrativas impiden que se pueda derribar con normalidad el hórreo de la localidad casina de Orlé que ahora amenaza con caer sobre varias casas, y que los vecinos exigen que se arregle o se derribe para que "deje de ser un peligro".

El alcalde de Caso, Miguel Fernández, explicó que los propietarios -un particular y el ERA- no se están haciendo cargo del inmueble. El Consistorio ha enviado a un técnico para conocer el estado en el que se encuentra y qué se puede hacer, ya que además, Orlé es BIC (Bien de Interés Cultural), y el hórreo tiene más de 100 años, por lo que se considera que está protegido. "Del Ayuntamiento no es, pero será responsabilidad nuestra si pasa algo, y no es lo que queremos. Pero no podemos tirarlo". El posible arreglo a corto plazo es que la estructura se apuntale, "aunque la verdadera solución sería tirarlo... Cultura no preguntó a nadie cuando declaró BIC el pueblo, y ahora da problemas".