La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El suelo industrial de Hunosa, más de un millón de metros y nueve años sin ventas

La compañía estatal dispone de la mayor parte del terreno empresarial de las Cuencas, pero tiene problemas para atraer a nuevas firmas

El polígono de Modesta, en el distrito langreano de Sama, que se terminó en 2014 y que aún no tiene ninguna empresa instalada. L. M. D.

Más de un millón de metros cuadrados o, para hacer un símil, un centenar de campos de fútbol. Ese es el espacio industrial que posee la compañía estatal Hunosa en las comarcas mineras. Eso sí, dividido en tres niveles de avance, desde suelo industrializado, en desarrollo y susceptible de ser desarrollado, todo disponible para las empresas que quieran establecerse en la zona y en función del proyecto que encabece. Sin embargo, la firma no consigue dar salida a su suelo empresarial desde hace nueve años. Y eso que ofrece, como ha asegurado su presidente, Gregorio Rabanal, precios competitivos y buenas comunicaciones.

Son cinco los polígonos propiedad de la hullera que ya están urbanizados y listos para la entrada de empresas. Estos terrenos están emplazados estratégicamente en el área central de Asturias, "disponiendo de accesibilidad a las principales infraestructuras y en un entorno con modernos equipamientos sociosanitarios, universitarios, de ocio y calidad ambiental", aseguran desde Hunosa. Aquí están Modesta, junto al casco urbano de Sama y terminado en 2014, con 69.710 metros cuadrados; Reicastro en Mieres, terminado en 2012 y con 77.347 metros cuadrados; Lieres en Siero, con 11.947 metros cuadrados y también concluido en 2012; El Cadavíu, en Langreo, de 26.154 metros cuadrados y finalizado en 2011; y La Florida, en San Martín del Rey Aurelio. Este último polígono sí cuenta con empresas, pero Hunosa todavía dispone de terreno para vender, concretamente una parcela de 1.565 metros cuadrados.

En total, el suelo industrial de Hunosa suma 186.723 metros cuadrados. A esto se le añadirían otros 142.731 metros cuadrados de terrenos en desarrollo que, como explica la compañía pública, son "terrenos con un mayor o menor grado de desarrollo urbanístico, ubicados en el eje metropolitano de Asturias, perfectamente comunicados y urbanizables en función de los proyectos empresariales que se implanten en ellos". Aquí se enmarcan hasta seis parques empresariales, tres de ellos ubicados en el concejo de Mieres. Se trata de Llamas, en Ablaña, con 12.990 metros cuadrados; Tres Amigos, en Rioturbio, con 31.909 metros cuadrados y La Pereda, en el pueblo de La Pereda y junto a la térmica de Hunosa, con 38.635 metros cuadrados. Sobre este último espacio, en el pasado la compañía estatal tenía un proyecto para el desarrollo de una central de ciclo combinado que finalmente quedó descartado, dejando el espacio libre para otros proyectos. A estos futuribles parques empresariales se suman otros tres. El primero es Pumarabule, en Carbayín (Siero), con 19.281 metros cuadrados. También está Mosquitera II, en Tuilla (Langreo), con 21.417 metros cuadrados. Y por último está Servanda, en Olloniego (Oviedo), con 18.505 metros.

La última de las categorías es la de suelos susceptibles de desarrollo. También localizados en el área central de Asturias y procedentes de antiguas explotaciones mineras de Hunosa que "gracias a una normativa urbanística específica pueden ser desarrollados como nuevo suelo industrial". Suman 719.824 metros cuadrados en quince localizaciones distintas y, además del empresarial, también son compatibles con otros usos. Están mayoritariamente en Langreo, pero también llegan a otros concejos como San Martín, Mieres, Morcín, Riosa y Oviedo. Aquí están Mosquitera I, en Tuilla, con 39.738 metros cuadrados; Samuño, en La Nueva (Langreo), con 9.951 metros cuadrados; Camellera, en Ciaño, con 12.550 metros cuadrados; María Luisa, en Ciaño también, con 52.786 metros cuadrados; Cerezal y Sotón, en San Martín, con 37.288 y 84.619 metros cuadrados. También está Figaredo, en Mieres,con 74.462 metros cuadrados; además de Polio, en Santa Rosa (Mieres), con 21.450 metros cuadrados. En Aller está San Antonio, con 23.436 metros cuadrados; mientras que entre Morcín y Riosa está Monsacro con 141.549 metros cuadrados. En Olloniego está San Frechoso, con 59.049 metros cuadrados. Y faltan Candín I y II, en Langreo, con 29.172 y 78.433 metros cuadrados, respectivamente; San José, en Turón, con 23.434 metros cuadrados; y, por último, Santa Bárbara, también en Turón, con 31.907 metros cuadrados.

Todo esto supone espacio más que suficiente para acoger a empresas que generen empleo en las comarcas mineras, sin embargo, falta el interés de estas últimas por asentarse en ellas. Al respecto, desde los sindicatos mineros se ha instado a Hunosa a que fuese más ambiciosa y fuese tractor de la reconversión. Así lo había asegurado el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, quien en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA mostró su esperanza de "tener alguna actividad que genere empleo; tiene que haber proyectos que nos ayuden a vencer el escepticismo sobre la labor que debe tener Hunosa en la diversificación".

Compartir el artículo

stats