Lo que empezó como una actuación de emergencia tras la caída de cascotes en el interior del túnel de Sotrondio, en el Corredor del Nalón, ha acabado con una obra de gran calado –más de un millón de euros de inversión– que obligará a cortar el tráfico por esta vía durante dos meses en el tramo entre Sotrondio y Barredos. Será al final del verano. Hasta entonces, la obra avanzará dando paso alternativo por uno de los carriles, como viene ocurriendo en las últimas semanas. Los trabajos concluirán en otoño.

Así lo anunció ayer el viceconsejero de Infraestructuras, Movilidad y Territorio, Jorge García, que visitó los trabajos acompañado por la directora general de Infraestructuras Viarias y Portuarias, Esther Díaz; el alcalde de San Martín, José Ángel Álvarez, “Quirós”; y el presidente de la mancomunidad Valle del Nalón, Marcelino Martínez. García también aludió a otras dos obras en los argayos –junto al Museo de la Minería y en la carretera que une Blimea y Barredos–, que han vuelto a retomarse.

Explicó que “las lluvias que tuvieron lugar a final de año y en enero provocaron pequeños deslizamientos en la ladera del túnel, y en una inspección se vio necesario actuar de emergencia. Se aseguró la zona con una pequeña actuación y se hicieron trabajos de campo y cálculo”. Fue aquí donde se apreció que se había fracturado la bóveda del túnel y que obligaría a una obra con mayor envergadura de la que se esperaba inicialmente. Tras realizar el proyecto, en la actualidad se están realizando labores en la cimentación y “habrá que trabajar a lo largo de todo el túnel para consolidar. También habrá que construir y reforzar parte de la bóveda del túnel”, destacó el viceconsejero.

Estos trabajos obligarán a cortar el tráfico por el Corredor del Nalón en este tramo, algo que ocurrirá “durante la parte final de la obra”, subrayó García, destacando que la duración del corte está estimada en dos meses; aunque habrá que ver cómo avanzan los trabajos. La directora de obra, Cecilia Rodríguez, explicó que el cierre podría producirse “al final del verano”. Los trabajos, como destacaron, tienen un plazo de ejecución de ocho meses con la intención de que estén terminados en otoño. El presupuesto total es de 1.089.000 euros.

Pero no será la única actuación que se ejecute en la zona. De forma paralela, y también a consecuencia del temporal, se está trabajando ya en el argayo que hay junto al Museo de la Minería, en El Entrego, también en el Corredor del Nalón. “Estamos retomando los trabajos que estuvieron parados por la altura del nivel del río. Ahora, con la bajada del caudal, se han retomado las obras”, apuntó el viceconsejero. Por su parte, Esther Díaz explicó que “tenemos que ejecutar una escollera en la zona de erosión del río”. El plazo de ejecución de estos trabajos es de tres meses, y cuenta con la inversión de unos 324.000 euros.

También ayer dieron comienzo los trabajos en el argayo existente entre las localidades de Blimea y Barredos, en la AS-387, la antigua AS-17. El viceconsejero señaló que, tras las lluvias de los últimos días, “se vio que la roca estaba volviendo a fracturarse y podría producir desprendimientos, por lo que había que actuar”. Al igual que el otro argayo, el plazo de ejecución es de tres meses y el presupuesto asciende a 190.744 euros.

Estas obras estarán finalizadas mucho antes que las del túnel, por lo que no interferirán a la hora de cortar el Corredor del Nalón para trabajar en la bóveda del tubo durante dos meses, ya que en ese momento el tráfico será desviado por la antigua travesía del valle. Jorge García se adelantó a las posibles críticas de los vecinos asegurando que “entendemos que puede ser una molestia tener el grueso del tráfico del Corredor del Nalón por la antigua carretera, pero es necesario para el desarrollo de las obras”.

Así lo entendían también el alcalde de San Martín y el presidente de la Mancomunidad. Álvarez afirmó que “estamos en el medio para lo bueno y lo malo, lo único que pedimos es que la molestia sea la menor posible y que se agilicen los trabajos, de los que saldremos con una carretera reforzada”. Martínez, por su parte, destacó que “la afección al tráfico no es solo para los concejos del Alto Nalón, sino para el valle entero, pero es una obra que hay que hacer. Nosotros ya estamos acostumbrados –en relación al argayo de Anzó, que cortó la comunicación con la parte alta del valle– porque aquí al menos hay una alternativa de paso”.

El viceconsejero apuntó que “hay una partida dedicada a reasfaltar el vial y, en la parte alta, se trabajará en la adecuación de algunas de las curvas, aunque estas se enmarcan dentro del programa de mejora y mantenimiento del Corredor”.