La propuesta del SOMA-FITAG-UGT para ubicar en suelo de las comarcas mineras el Jardín y Museo de la Memoria Democrática que proyecta el Principado está generando expectativas en numerosos colectivos y municipios. Así, la Asociación “Pozu Fortuna” ha propuesto que la vieja explotación turonesa que da nombre al colectivo sea la sede.

El Pozo Fortuna guarda en sus entrañas una trágica historia, ya que se estima que fueron asesinados y enterrados durante la represión franquista entre 150 y 300 simpatizantes de izquierdas.

Desde hace años es un centro de interpretación ligado a la memoria republicana. “Es uno de los símbolos de la represión y brutalidad del fascismo en Asturias y, en los últimos años, es también el símbolo y tributo a los represaliados, de reconocimiento a las personas que lucharon por la democracia”, señala José María Prieto, presidente de la asociación . “Sería una ubicación que podría generar el necesario consenso y apoyo de las asociaciones de memoria histórica, organizaciones sociales y políticas”.

Por su parte, la Comisión de Amigos y Familiares de Represaliados de la II República de las fosas comunes de San Miguel de la Barreda (Siero) apoya que el proyecto se ejecute en las Cuencas: “Entendemos que su radicación en las comarcas mineras es de justicia histórica y constituiría el mejor reconocimiento de todos los que en Asturias sufrieron la violencia del estado franquista”.