Tiene 82 años y vive sola, en un pueblo de la zona rural de Langreo. Hace unos días, un chico y una chica “muy amables” fueron a su casa para hablarle de unos colchones muy buenos para la espalda. Le dijeron que “solo” pagaría 30 euros al mes, y ella aceptó. Lo que no le dijo es que ese “módico precio” se incrementará con intereses y la cuota se alargará durante casi una década.
Son las “estafas” que más se repiten a mayores: ventas en el domicilio, tras ganarse su confianza, que terminan por ser un auténtico calvario económico. La Unión de Consumidores de Asturias tiene entre sus objetivos principales “blindar” a los vecinos más veteranos contra este tipo de engaños. Es por eso, entre otras cuestiones, por lo que la entidad ha aumentado su presencia en las Cuencas –entre los territorios con la población más envejecida de Asturias–. Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores, acudió ayer a La Felguera para inaugurar las instalaciones.
Están en la calle Ramón Bautista Clavería. “Queremos que todos los vecinos del valle del Nalón, sean o no socios, sepan que aquí tienen las puertas abiertas para hacernos llegar sus reclamaciones, sus dudas y sus quejas”, señaló el presidente de la Unión de Consumidores. Un local que “comparten” con otras entidades del municipio. La nueva oficina, de la que se responsabilizará Verónica Díaz, está en el bajo. La primera planta es para entidades como “Fuerza Muyer”, entre otras. De hecho, a la presentación acudieron representantes de esta asociación feminista: May Rodríguez, Puri Herrero (tesorera) y Vicente Turrado.
Un marcado carácter social, el de esta oficina, que Dacio Alonso quiere dejar claro en cada paso que den en las Cuencas. “Ahora mismo queremos centrarnos en campañas para terminar con los abusos entre nuestros vecinos más veteranos. Estamos viendo prácticas pavorosas, como venta de enciclopedias a invidentes”, destacó. Una de ellas será intentar que todos se incluyan en la denominada “Lista Robinson”.
Atención al término, porque es importante: La “Lista Robinson” es una lista a la que se pueden unir los consumidores. Una vez incluidos en ese listado, las empresas ya no podrán llamarlas para hacer publicidad. “Es una iniciativa imprescindible, ya que la mayoría de las estafas que se producen a mayores en sus domicilios tienen un primer contacto telefónico”. “Blindar” a los mayores contra los engaños, sin desatender el resto de reclamaciones. Dacio Alonso apuntó ayer que los conflictos con las entidades bancarias y las compañías telefónicas siguen encabezando la lista de las quejas. Entre las primeras, “estamos muy centrados en los intereses abusivos de las tarjetas de crédito”. En cuanto a la telefonía, prestan especial atención a los cambios en las condiciones de contrato o al cobro “irregular” de algunos servicios.
Desde la crisis del covid-19, han aumentado las reclamaciones por viajes que se tuvieron que cancelar. También llaman la atención sobre los “abusos” en las facturas eléctricas. Especial atención, pide Dacio Alonso, para los próximos meses: “Va a cambiar el modelo de facturación, y aún será más difícil entender los cargos”.
