Un hombre atracó a un hostelero de Lena con un revólver. También le puso una botella rota en el cuello para que le diera “más dinero”. Detrás de este suceso, descubrió luego la investigación, estaba también como cómplice la exnovia de la víctima: le había llamado para saber si cerraría solo el bar y la hora aproximada.
Así lo asegura la Fiscalía del Principado de Asturias en su escrito de acusación. Los dos irán hoy a juicio, en la sala 2 del Juzgado de lo penal de Oviedo. El ministerio fiscal solicita para el presunto autor de los hechos cinco años de prisión. Para ella, por su presunta colaboración, dos años y medio de privación de libertad.
Los hechos se remontan al 20 de febrero de 2020. A las 22 horas, según el escrito de Fiscalía, “la acusada telefoneó a (la víctima), con el que había mantenido una relación sentimental además de laboral, ya que había trabajado en el local”. Le preguntó “si estaba solo y si cerraría esa noche el negocio, contestándole (la víctima) que sí”. La acusada, sostiene el ministerio, “favoreció la comisión de los hechos”.
Ocurrieron más tarde, sobre las 23.30 horas. “El acusado, en compañía de otras personas no identificadas, entró en un bar de Lena, se sentó en la barra y pidió una cerveza, que le sirvió el propietario del local”. “Instantes después, tanto el acusado como las personas que le acompañaban se dirigieron al hostelero y le exigieron que les indicase dónde tenía el dinero y la caja fuerte, al tiempo que uno de los individuos le apuntaba con un revólver en la cabeza, un arma pequeña y plateada”, añade el escrito.
La tensión del atraco fue a más. El acusado y sus acompañantes obligaron al hostelero a echarse en el suelo “y le golpearon”. “Una vez en el almacén, el dueño del bar les indicó el lugar de la caja fuerte, que estaba abierta. A continuación, uno de los asaltantes rompió una botella de vidrio, poniéndole el cristal a la altura del cuello mientras le exigían más dinero”.
Huyeron, tanto el acusado como las personas no identificadas que lo acompañaban, llevándose un buen botín. Según el escrito del ministerio fiscal, llevaban “200 euros de la caja registradora, las llaves del bar y una mochila que contenía 1.100 euros”. También un perfume de 80 euros y una tarjeta de memoria de 58 euros.
La víctima tuvo secuelas. En concreto, sufrió cefalea y cervicalgia postraumática. “Lesiones por las que requirió para su curación una primera asistencia facultativa, sin secuelas”, refleja el escrito de acusación.
La Fiscalía considera que el hombre es autor de un delito de robo con violencia e intimidación (en los artículos 237 y 242.1, 2 y 3 del Código Penal) y de un delito leve de lesiones (en el artículo 147.2). La acusada es responsable de los mismos delitos, en concepto de cómplice. Además de las penas de prisión, para el acusado solicita también su inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena. Y una multa de 810 euros (de 45 días, a razón de una cuota diaria de 18 euros). Para la acusada, además de la ya citada pena de prisión, también pide inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena y una multa de 360 euros (20 días con una cuota diaria de 18 euros).
En concepto de responsabilidad civil, el ministerio fiscal solicita que el acusado indemnice al hostelero con 1.300 euros por las lesiones sufridas y con 1.438 euros por los efectos sustraídos, más lo que se determine en ejecución de sentencia por la mochila y por los daños causados en el móvil, botellas y cámara de seguridad, entre otros. Se solicita igualmente una indemnización para el SESPA de 214,78 euros. La acusada sería responsable civil subsidiaria.
