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Si Manolo González no quiere, el partido no se juega: un vecino denuncia que el campo del Campomanes ocupa parte de sus terrenos

Lleva 30 años esperando por una compensación: “Me prometieron 100.000 euros y luego me dieron una parcela sin accesos”

Manuel Cortina señala sus terrenos, en el campo de fútbol “El Molín”. | C. M. B.

Más de treinta años, el pelo cano y tres operaciones de corazón. Resumen de la larga espera de Manuel González Cortina, vecino de Campomanes, por la compensación de unos terrenos de su propiedad que ocupa el campo de fútbol “El Molín” –sede de la Real Sociedad Deportiva Campomanes–. O mejor, “okupa”: “No recibo más que largas y excusas, estoy al límite de la paciencia. El que más daño me ha hecho, el que creo que tiene toda la culpa de lo que está ocurriendo, es el arquitecto municipal”, afirma Manuel González.

Desde el principio. En el año 1984, el Pleno acordó una permuta con Cortina para que él cediera las parcelas a cambio de un terreno anexo. Nunca le dieron documentos de aquellos terrenos que le prometieron. Tampoco llegaron a firmar la escritura del campo. Dejó pasar el tiempo. Hace más de un lustro, ya acalorado, llegó a un principio de acuerdo con el entonces alcalde, Ramón Argüelles: “Me dijo que me darían 100.000 euros como compensación, pero nunca llegaron”, apunta. Argüelles asumió la coordinación regional de Izquierda Unida y llegó al sillón de Alcaldía Gema Álvarez.

“Con esta Alcaldesa nunca he llegado a ningún acuerdo, fui a juicio con el Ayuntamiento”, explica un acalorado Cortina. La titular de la sala decidió lo mismo: que el Consistorio tenía que compensar a Cortina con una parcela, tal y como se había acordado en aquel Pleno de 1984.

“Es una parcela buena”, explica Cortina. ¿Cuál es el problema? “Que ni tiene accesos ni está escriturada. El arquitecto lleva años dándome largas, mintiéndome. La última vez que fui, tuvimos unas palabras. Me dijo que no volviera a su despacho”, afirma el lenense. Se le agota la paciencia, y no descarta otras vías para llamar la atención de los responsables municipales. Atención porque González es el propietario de casi la mitad del campo de fútbol. Si Manolo González no quiere, el partido no se juega.

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