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Piden cuatro años de cárcel a un conductor por un accidente con dos muertos en El Entrego

La acusación particular afirma que iba a “velocidad excesiva” cuando se salió de la vía, en un siniestro ocurrido en 2018 | La Fiscalía rebaja la petición a tres años y medio

Estado en el que quedó el coche tras el accidente.

El conductor del vehículo que en noviembre de 2018 sufrió un brutal accidente –con dos jóvenes fallecidos– en la Güeria de Carrocera (población próxima a El Entrego) se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión. Esa es la condena que reclama la familia de Hugo Fernández, el joven de 24 años de edad que viajaba en la parte trasera del vehículo y que fallecería tras permanecer ingresado 47 días en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) debido a las graves lesiones sufridas en el siniestro.

El accidente también se cobró la vida, en este caso en el acto, de su novia, Yoselín Vega López, de 20 años. El conductor y el copiloto sufrieron lesiones leves, mientras que el quinto joven que viajaba en el vehículo, que iba realizando una emisión en “directo” a través de las redes sociales, también evitó daños graves.

El abogado de la familia de Hugo Fernández, el letrado Manuel Vicente Vallina, solicita cuatro años de cárcel para E. F. L. M., que en el momento del accidente era un conductor novel con poco más de un mes desde la obtención del permiso de circulación. Esa petición de pena, según indicó, es de tres años y medio por parte de la Fiscalía. En el escrito de la acusación particular se establece que pilotaba a una “velocidad excesiva” y con “trazadas”, llegando a ser “reprendido y advertido” por alguno de los ocupantes del vehículo, que le instaban a “ir despacio, ir despacio”, sin que el conductor “hiciera caso alguno a estas peticiones”. Siempre según el escrito, al llegar a un tramo en el que había un límite de velocidad de 50 kilómetros por hora y “circulando en ese momento el vehículo con la cuarta velocidad engranada”, existiendo en dicho tramo una curva pronunciada a la derecha, a la entrada del núcleo urbano de la Llaniella –”encontrándose la calzada limpia, seca y con perfecta visibilidad”–, como “consecuencia de la velocidad excesiva a la que conducía”, el copiloto, le gritó “la curva, nos la vamos a comer”, perdiendo el acusado el control del vehículo.

No tuvo tiempo de frenar para reducir su velocidad. El acusado “dio un volantazo a la izquierda para tratar de corregir la dirección del vehículo, cosa que no consiguió, saliéndose de la vía por el margen izquierdo, colisionando con mucha fuerza contra la valla metálica protectora y cayendo el vehículo, tras salir despedido varios metros volando por el aire, en un terraplén”. El coche cayó a un camino vecinal, “volcando sobre el lateral izquierdo”. El techo chocó “contra un muro de piedras y una portilla metálica, dando el vehículo una segunda vuelta de campana hasta chocar con una caseta de aperos de labranza que detuvo su marcha”.

El escrito de la acusación particular recoge que en el transcurso de los hechos citados “se siguió retransmitiendo por Instagram lo que pasaba” por parte del único ocupante de los asientos traseros que sobrevivió. La parte trasera del turismo fue la más afectada por el impacto. De esta forma, se pudo escuchar tras la colisión, a través de ese directo, como ocupantes del vehículo gritaban “ llamar a la policía y a la ambulancia”.

Los abogados de la familia del joven fallecido en el accidente consideran que los hechos relatados son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave, previsto y penado en el artículo 142.1 del Código Penal.

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