El oropel que rodea al fútbol de alta competición hace olvidar a veces que se trata de un juego. Y que lo que hace falta para disfrutarlo es, sobre todo, un balón y mucha pasión. Cuando los campos de entrenamiento son de arena y los banquillos unos neumáticos incrustados en el suelo que hacen de respaldo, cualquier ayuda que llegue en forma de equipación es de agradecer. Eso es lo que pasó a Les Dorades, un equipo femenino de Senegal que recientemente recibió una donación de camisetas del San Esteban de Ciaño. Se las enfundaron en el último partido de liga y con ellas se alzaron con el campeonato del país africano.
El club langreano ya había entregado otras equipaciones anteriormente en África. En esta ocasión fue en la localidad de Mbour, en Senegal, al equipo femenino llamado Les Dorades. Varias de las jugadoras, todas ellas nacidas entre los años 2000 y 2008, juegan en la selección femenina absoluta de ese país. La más joven, 2008, se llama Koo Coumba. “De las filas de Les Dorades han salido jugadoras de proyección internacional, como Korka Fall que participó en la selección senegalesa varios años y llegó a jugar en España, concretamente en Zaragoza, convirtiéndose en la primera jugadora africana en participar en la primera división del fútbol femenino español”, indicaron los promotores de la iniciativa. Otra futbolista, Mamy N’Diaye, llegó a jugar en Suecia, donde marcó 110 goles. Jugó también en Zaragoza y en el Inter Arras FCM francés. Y fue capitana de la selección femenina senegalesa.
El equipo ha ganado varias veces la Liga, la Copa de Senegal y otros títulos menores. Su situación está muy lejos del lujo del fútbol masculino europeo. Cuando compiten utilizan las líneas ordinarias de autobús ya que no cuentan con vehículos propios, lo que supone “un gran esfuerzo tanto para el club como para las propias familias, ya que no cuentan con ningún tipo de ayuda, ni patrocinador. Hace poco, en uno de estos viajes en el campeonato de liga, llevaban siete balones para entrenar en el techo del autobús y por un golpe de viento los perdieron; esto provocó un revés muy grande para el equipo”, expusieron los impulsores de la donación.
Convivencia
Forman la plantilla 27 chicas, 24 musulmanas y 3 cristianas, “una cuestión que no supone problemas entre ellas ya que su único objetivo es jugar bien al fútbol”. Juegan los partidos de liga los fines de semana y entrenan todos los días por la tarde en un campo de arena cuyos límites son neumáticos. “El entrenador Joan Pierre Correa, está realizando verdaderos esfuerzos para comprar, con dinero propio, otro terreno mejor para ayudarlas a prosperar. Sus familias las apoyan para que puedan dedicar su tiempo libre al entrenamiento de este deporte, considerado allí como una verdadera religión”.
El sueño de todas las jugadoras de Les Dorades es ser conocidas en el mundo del fútbol, como Korka y Mamy, para poder ayudar sus familias.
Los promotores de la iniciativa relatan que el día que se entregó la ropa y los balones “las caras de alegría y satisfacción no se podían describir y el equipo hizo una promesa, el siguiente partido se jugaba en una región del norte del Senegal y si ganaban se llevarían nuevamente la Liga, llevarían la indumentaria del San Esteban de Ciaño. Cumplieron su promesa ganaron el partido y se llevaron la Liga Nacional para Mbour, con el resultado de Tamba 1-Les Dorades 9. Y por supuesto con la indumentaria del San Esteban de Ciaño”. Su presidente, Ramón Secades, puede estar muy orgulloso. El club langreano también es un poco campeón de la liga en Senegal.
