Vicente Gutiérrez Solís (Ciaño, Langreo) fue detenido, deportado, torturado, perseguido. Todo por defender la libertad de elegir su ideología. Es un referente del comunismo y de la lucha contra el franquismo. Ayer, emocionado, recogió el galardón “Pozu Fortuna”. “Hay que seguir trabajando por esto –dijo, sosteniendo en alto el premio–. Hay que seguir, hasta el último respiro”.
Palabras de un histórico en un lugar con trágica historia. Afirman los testimonios orales que represaliados del franquismo eran arrojados, sin piedad, por la caña del Pozu Fortuna. Se desconoce el nombre de todas las personas que guarda este enclave. Por eso se creó el Foro Pozu Fortuna, que cada año celebra su acto en homenaje a todos los que pelean por la memoria democrática. Además de Gutiérrez Solís –que acudió acompañado por su mujer Marcolina Argüelles y su hijo Eliseo Gutiérrez– también recibió un galardón la Fundación José Barreiro. Lo recogió el presidente de la entidad, Adolfo Fernández.
El acto comenzó poco después del mediodía, con las palabras del presidente del Foro, Chema Prieto. Repasó la andadura de los galardonados y agradeció la presencia del público. Además, tuvo un recuerdo emocionado para tres personas fallecidas durante el último año: “Quilino de Polio”, enlace de la guerrilla; Nicanor Rozada, destacado en la lucha antifranquista y escritor; y Juan Luis Varela, autor del monolito en el Pozu Fortuna. Prieto denunció también que “aún existan zonas de impunidad en determinados períodos de nuestra historia”.
Jóvenes
La reivindicación es el ritmo que marca los actos anuales del Pozu Fortuna. El concejal de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Mieres, Sergio Gutiérrez (IU), no perdió el paso: “La pedagogía social, a través de los planes curriculares en la enseñanza, los museos y espacios dedicados al recuerdo y el homenaje de las víctimas del franquismo, es y debe ser uno de los ejes sobre los que pivote la transmisión de la memoria democrática entre los más jóvenes”, afirmó.
"A quien dice que esto es reabrir heridas, yo le respondo que hay heridas que nunca se cerraron"
Más rotundo el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez. “No podemos permitir que haya chavales que, más allá de los delanteros del equipo de fútbol de turno, no te sepan reconocer a algunas de las personas que más lucharon por la democracia en este país”. “Hay que empezar ya enseñar la historia de este país en las escuelas”, añadió. También reivindicó un lugar para las víctimas porque, afirmó, “mientras haya personas en las cunetas, la transición no ha terminado”. Y concluyó, antes de presentar a los galardonados, que “al que diga que esto es reabrir heridas, yo le digo que hay heridas que nunca se cerraron”.
El regidor dio paso a Vicente Gutiérrez Solís: “Eres un referente vecinal, social y de lucha. Eres ‘Vicentón’, porque eres grande”. Palabras que el homenajeado recibió con emoción: “Agradezco este premio porque significa que vamos a seguir trabajando por conseguir lo que aún no hemos conseguido”. Señaló que “hay que terminar con la desigualdad. Los que más tienen cada vez tienen más, los que menos tienen cada vez tienen menos”. Y llamó a los jóvenes: “Vuestro es el futuro, tenéis la puerta abierta para hacer un mundo mejor”.
Un mundo de libertad. En eso trabaja también la Fundación Barreiro. “Nuestros objetivos son la recuperación, la investigación y la difusión de la historia y el pensamiento socialistas especialmente en Asturias”. Llamó a “no bajar la guardia”, ante el auge de partidos de extrema derecha: “Es conveniente no perder la perspectiva. Los pueblos que olvidan su historia, después la repiten”.
Pura tradición: el acto terminó, como cada año, con una ofrenda floral. Gutiérrez Solís y Adolfo Fernández dejaron caer tres claveles por la caña del pozo. Tricolor: uno rojo, uno amarillo, uno morado.
