“Hay que pelear para conseguir entre todos que el equipo se mantenga el año que viene en la categoría”, aseguró ayer Roberto Robles, nuevo entrenador del Unión Popular de Langreo, tras dirigir su primer entrenamiento. El extécnico del Oviedo, que sustituye a Samuel Baños en el banquillo de Ganzábal, apuntó que asume un “reto muy ambicioso”, con el conjunto séptimo por la cola en la Segunda Federación, y con los mismos puntos que el equipo que marca la última plaza de descenso.

Robles se plantea que ahora se inicia “un nuevo campeonato, a seis jornadas”. “Y tenemos que pensar en este fin de semana y en conseguir los tres puntos”, subrayó. Minutos antes, el director deportivo del Langreo, Dani López, había comentado, para explicar el cambio al frente del banquillo, que “teníamos que dar un cambio en la dinámica del equipo”. Y Roberto Robles es “el mejor preparado” ya que conoce al grupo al “haber estado viéndolo aquí prácticamente todo el año”. Considera López que su metodología de trabajo “nos va a venir bien”.

El nuevo entrenador del Langreo, que se hace cargo hasta final de temporada de un conjunto que lleva siete jornadas sin ganar, afirmó que el grupo “es muy igualado, con pocos puntos de diferencia entre los que están en el play-off y en descenso”. La intención de Robles es dar continuidad a “muchas cosas buenas” que tiene el equipo debido al trabajo de Samuel Baños y “en ciertos matices dar el toque que necesita el equipo”.

Destacó que las dos veces que entrenó en esta categoría fue en “situación muy al límite”. El técnico del Langreo resaltó que el grupo está “muy bien” anímicamente, “con muchas ganas y ambición”. Cuenta con jugadores con una “trayectoria muy larga en esta categoría e incluso superior”, a los que les pide que ejerzan el rol de “líderes” y aconsejen a otros futbolistas jóvenes. Algunos, enfatizó, “pueden llegar a ser profesionales”. “Por desgracia estamos metidos en esta dinámica pero hay que tomarlo con tranquilidad”, dijo Robles.