El Ayuntamiento de Mieres ha depositado en los voluntarios de protección Civil la tarea de controlar y erradicar la presencia en el municipio de nidos de avispa asiática. El equipo encargado de esta labor eliminó el año pasado un total de 486 guaridas, con una media de casi una y media al día. En dos años el recuento roza el millar de nidos “desactivados” por esta patrulla. Esta intensa actividad se acompaña, además, con cerca de 8.000 animales eliminados mediante las labores de trampeo. El balance incluye alrededor de un millar de reinas fuera de circulación. Y con todo, la proliferación de estos peligrosos insectos está lejos de atenuarse de una manera terminante, lo que da idea del alcance de la plaga.
Protección Civil no ha dejado de actualizar los métodos que emplea diariamente en su lucha contra la avispa asiática en Mieres. A la voladura con explosivos de los nidos se une ahora el envenenamiento. “Es un sistema algo menos trabajoso en cuanto a esfuerzo físico, aunque no deja de ser también laborioso, ya que hay que disparar perdigones que deben ser previamente manipulados para acoplarnos a unos trozos de paja en los que se deposita del veneno. Al final es un trabajo muy artesanal, totalmente manual”, explica el concejal responsable del servicio, Marcelino Estrada.
El edil resalta que la inmensa mayoría de nidos que se pueden ver actualmente en las proximidades de sendas y caminos ya están inutilizados: “La gente llama constante advirtiendo de su presencia y les explicamos que ya hemos actuado, pero que el nido es muy difícil de retirar debido a la altura; lo importante es que ya no pueden ser utilizados por las avispas, que deben construir uno nuevo en otra zona”. El otro sistema de control es el trampeo. El Ayuntamiento acaba de culminar el proceso de colocación de 400 dispositivos. La actuación se ha llevado a cabo centrándose sobre todo en las cercanías de los cauces de los principales ríos del municipio, ya que el personal experto en este ámbito advierte de que los ríos son sus principales vías de dispersión.
Las trampas se han colocado en altura, a unos cuatro metros de suelo, ya que el Ayuntamiento ha percibido que en muchos casos los dispositivos eran sustraídos para su instalación en fincas particulares.
El nido de la avispa asiática puede cobijar a miles de ejemplares. Lo más habitual es encontrarlos en copas de árboles altos y, cuando la colonia se siente atacada, la morada entra en una agresiva ebullición, cuya resonancia recuerda al ruido de una turbina. El sonido puede intimidar si no estas a resguardo. El personal de Protección Civil conoce el comportamiento de este insecto al detalle. No es de extrañar, ya que solo el año pasado realizaron 751 intervenciones.
Medios artesanales
La tarea de erradicación de nidos tiene su complicación, sobre todo cuando debe abordarse con medios casi artesanales, como es el caso de estos voluntarios. El Ayuntamiento decidió en su momento activar un servicio propio para la destrucción de nidos de velutina. La decisión se tomó al detectar que resultaba inviable que los bomberos asumieran esta tarea en solitario. Este insecto invasor, terror de apicultores y personas alérgicas, ha proliferado de manera incontrolada no solo por la zona rural, ya que su presencia se está extendiendo por los concurridos espacios de terrazas del casco urbano de la capital del concejo.
El procedimiento que utiliza el Ayuntamiento de Mieres para destruir nidos es rudimentario y no siempre efectivo pese a la pericia y afán del personal de Protección Civil. Utilizan una especie de pértiga desplegable que debe montarse por tramos. En el extremo de la pértiga se colocan habitualmente cuatro pequeños cartuchos de pólvora de gramo y medio cada uno. Paralelamente, recientemente han comenzado a disparar perdigones con veneno contra las avispas: “Es más efectivo, ya que mata más insectos debido a que con la detonación algunas pueden escapar, sin contar a las que no alcanza por estar fuera del nido”, explican los responsables del Protección Civil.
