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El campus de Mieres crece en madurez: el programa de mayores ya suma cuarenta alumnos

La iniciativa cumple cuatro años: “Nos gustaría que hubiera más carreras para los jóvenes”

Los alumnos, participando en una clase práctica en el entorno del campus.

El programa para mayores de la Universidad de Oviedo (Pumuo) comenzó a impartirse en Mieres en 2018 con el objetivo inicial de alcanzar una matrícula de 20 alumnos. Actualmente se imparte el cuarto año de la experiencia y el recuento de participantes casi dobla la citada cifra. Médicos e ingenieros comparten aula con compañeros que en su momento no pudieron acceder a estudios superiores. Todos están encantados con una iniciativa que conjuga formación con un marcado componente de socialización

El profesor Antonio Díaz se dirige a los alumnos. | D. M.

Faustino González es el delegado del Pumuo de Mieres. Los casi cuarenta alumnos participantes están integrados en un único grupo. Se imparten las mismas asignaturas para todos independientemente del curso en que uno se encuentre: “La clave es que las asignaturas no se pueden repetir mientras uno de los estudiantes la haya recibido previamente”. No es un problema, ya que hay cientos y cientos de materias que generan interés práctico.

Cada asignatura consta de 15 clases y 10 talleres, con un total de 60 horas lectivas. La asistencia es el requisito innegociable. “Todo resulta muy ameno y agradable y las asignaturas son muy enriquecedoras”, destaca González. Este semestre se imparte Arte y Cultura Iberoamericana, Régimen Legal de la Vivienda, Psicología para la Vida Cotidiana y Gestión Forestal Sostenible.

La graduación exige cincos cursos completos, aunque los titulados pueden seguir matriculándose en asignaturas nuevas. Es el caso de María Jesús Seco, que se graduó el año pasado: “Los dos primeros años los cursé en Oviedo y estoy encantada de poder disfrutar de estos grandes profesores. Cuando nos graduamos, hemos pasado por las manos de sesenta docentes y algo siempre te queda”. Seco fue de las que planeó al rectorado la posibilidad de activar en Pumuo en Barredo: “Recogimos firmas, lo solicitamos por escrito y al final la Universidad fue receptiva a la demanda”.

El profesor Antonio Díaz imparte la asignatura dedicada al régimen legal de la vivienda: “Nos ofrecieron la posibilidad de ofertar algún curso para el Pumuo y personalmente consideré que sería interesante para ellos formarse en todo los relacionado con testamentos, herencias, contratos de alquiler y arrendamientos. Para gente ya de avanzada edad es un ámbito de conocimiento muy interesante. Nada más que me lo plantearon me pareció una experiencia interesante”.

Compañerismo

Azucena Fernández se jubiló hace cuatro años tras trabajar como médica en Mieres. “Al principio me apetecía tener tiempo para hacer las cosas de casa, como la comida, manualidades y cosas así. Pero pronto me di cuenta de que me faltaba algo. Necesitaba algo mental y esto me encarriló la vida otra vez”. Está encantada: “Además del nivel de las clases y lo que nos aporta, está la gente que conoces, el compañerismo y la posibilidad de socializar. Está demostrado científicamente que es necesario estar estudiando y aprendiendo toda la vida”, señala Fernández.

Los alumnos del Pumuo, con todo, se sienten algo solos en el campus de Mieres. “Nos gustaría que hubiera más carreras para los jóvenes. Es un edificio muy grande y muchas veces parece vacío”.

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