Era el último guerrillero, el único español que quedaba de la resistencia francesa contra los nazis y ha fallecido a los 96 años de edad. Era Ángel Álvarez Fernández, alias “Peque”, o “Jo”, o “Angelín” y había nacido en Moreda, en el concejo de Aller, el 17 de marzo de 1926 y falleció la noche del sábado en la localidad francesa de Saint-Christol-lès-Alès, donde residía.
Ángel había llegado a Francia en 1928 cuando su padre, Amador, minero y sindicalista, decidió emigrar ante la presión a que estaba sometido por sus ideas políticas. Ángel comenzó a trabajar con 15 años en las minas de Aveyron. Como toda su familia era de ideas comunistas y siempre una gran actividad política y sindical. Fue testigo de las reuniones que se realizaban en su casa entre militantes comunistas, para organizar un aparato clandestino en la resistencia.
En abril de 1943, Ángel fue detenido por primera vez igual que su hermano Amador, logrando escapar y entrando en la lucha clandestina pocos días después. Realizó sabotajes en vías de ferrocarril y puentes. Llevó a cabo tareas de recuperación en Ayuntamientos de tickets de comida para la Resistencia en época de racionamiento y golpes económicos. También realizó “ajusticiamientos” urbanos de torturadores, colaboracionistas y oficiales alemanes. Un año después logró escapar del “tren fantasma” que trasladaba a 200 deportados de Toulouse al campo de concentración de Dachau.
