"Seguimos siendo mineros, pero ahora queremos traer el carbón de vuelta a la tierra a través de los bosques". Esta es la definición que hizo del proyecto "Carbon2Mine" su investigadora principal y exdirectora de la Escuela Politécnica de Mieres, Asun Cámara, durante su presentación oficial. Se trata de practicar la "minería inversa" y, en este sentido, la Universidad de Oviedo se ha buscado el aliado perfecto, la compañía estatal Hunosa, que cederá sus 4.000 hectáreas de terreno forestal para ser utilizado como laboratorio. Su presidente, Gregorio Rabanal, aseguró que el proyecto, que se enmarca dentro del programa europeo Life y tiene un presupuesto de 4,3 millones de euros, "cumple todos los parámetros de la transición energética y justa".
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La presentación estuvo presidida por el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde; y contó con la presencia, entre otros, del alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez y del director general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Pablo Álvarez; además de Gregorio Rabanal y Asun Cámara. Villaverde destacó que Hunosa "es un socio estratégico para la Universidad, y este proyecto forma parte de los hitos que estamos dando para consolidar el proyecto estratégico del campus para que sea un referente nacional e internacional en los recursos naturales, las materias primas y la transición energética". Destacó, además, el "compromiso del 'hub' de Recursos Naturales y Materias Primas", señalando que el campus de Mieres "está creciendo a su ritmo y con una orientación propia, mostrando su músculo investigador y docente".
Asun Cámara explicó algunos detalles del proyecto, destacando que "se forjó en mes y medio, a contrarreloj, porque cuando nos planteamos la convocatoria europea en junio del año pasado no contábamos con obtener es respaldo tan inmediato". Para su desarrollo, pensaron en Hunosa y sus 4.000 hectáreas de suelo, "dónde sí se habían llevado labores de restauración, pero no tanto de gestión forestal, y también teníamos un clima extraordinario que nos permite tener montes en condiciones razonables para hacer cosas interesantes". Además, señaló que "estamos en la década de la restauración de los ecosistemas, lo que nos facilitaba incluir este territorio en ese proyecto de restauración". A estos intereses también se añadía el proyecto de hibridación de la térmica de La Pereda en una central de biomasa, el polo tecnológico de la biomasa en el que participan una treintena de empresas y el registro de la huella de carbono del Principado de Asturias donde los que promueven la absorción de dióxido de carbono puedan inscribirse en él y comercializar con ello.
El proyecto, que se desarrollará en seis años, arrancó ya con el inventario de las 4.000 hectáreas de Hunosa. Tras conocer cuánto carbono tienen estos terrenos, se delimitarán parcelas experimentales para probar diferentes sistemas de gestión de bosques y pastos. Y volverá a medirse el terreno. Con todo esto, se podrán diseñar sistemas que permitan a los propietarios forestales ver cómo pueden mejorar sus terrenos para optimizar el aprovechamiento del carbono. Esto se visualizará a través de una página web en la que el propietario podrá localizar su parcela, obtener una serie de recomendaciones y, si las sigue al pie de la letra, inscribirse en el registro de carbono y comenzar a vender derechos de emisiones que podrán comprar las empresas para reducir su huella de carbono.
El presidente de Hunosa subrayó que "se trata de un proyecto estratégico que, si damos un repaso a los objetivos de la transformación de la compañía, los cumple todos". Destacó además la hibridación de la térmica "que será un potencial de tracción para el sector forestal, y es que hay que señalar que para que sea energía renovable, la biomasa tiene que ser obtenida de una gestión sostenible". La iniciativa "Carbon2Mine" presentada hoy "combina la investigación y los proyectos de gestión forestal sostenibles, con un modelo que se podrá exportar al resto de propietarios de montes que actualmente están abandonados y sin ningún tipo de gestión, cumple todos los parámetros de la transición energética y justa".
Gregorio Rabanal también hizo hincapié en el concepto de economía circular que es una de las patas del proyecto al plantear el uso de las cenizas obtenidas tras la quema de biomasa. "Merece la pena invertir tiempo y dinero en esta iniciativa, no lo dudamos un solo segundo".
Pablo Álvarez apuntó que la iniciativa "es un proyecto solvente que ha conseguido hacerse un hueco en un régimen de competencia muy estricto, que va en beneficio de estos territorios". Aseguró que "tenemos unos ambiciosos objetivos de emisiones cero, y uno de los instrumentos para involucrar a las empresas son los registros de huella de carbono, que con la ley son obligatorios para determinadas empresas". "Carbon2Mine" puede ser "una herramienta muy adecuada para desarrollarse en la comunidad autónoma y llevarlo incluso a otras administraciones". Aníbal Vázquez destacó que "es un proyecto de interés indiscutible en un territorio que requiere proyectos y propuestas de actividad económica y empleo".
Además de la Universidad de Oviedo a través del grupo de investigación "SmartForest" y Hunosa, también colaboran Biesca Ingeniería, la cooperativa Agresta, PEFC España, la Universidad de Santiago y el Principado.
Escuela de Minas
Por otra parte, el rector de la Universidad de Oviedo reiteró que el traslado de los estudios de la Escuela de Minas de Oviedo al campus de Mieres será una realidad el próximo curso académico. Villaverde señaló que están pendientes del informe de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad Académica (Aneca), "que está dentro de los plazos que maneja, esperamos tener una respuesta una vez que pasen las navidades". También hizo alusión el máximo responsable de la entidad académica a la aprobación durante el último Consejo de Gobierno de la Universidad de Oviedo de la creación de dos nuevos centros universitarios en el campus de Mieres. En concreto, se trata del Centro Universitario de Investigación y Desarrollo del Agua (CUIDA), que ya fue presentado en Mieres semanas atrás, y del Centro Universitario de Investigación Asturias Raw Materials (AsRaM). El primero de ellos, CUIDA quiere convertirse en una herramienta de dinamización e innovación, de transferencia de conocimiento y tecnología, que actuará de nexo entre los diferentes agentes de la comunidad del agua. Entre sus objetivos, figura potenciar la innovación y la prestación de servicios científicos y tecnológicos a instituciones, administraciones y empresas públicas o privadas.
En cuanto al Centro Universitario de Investigación Asturias Raw Materials (AsRaM), busca promover la investigación e innovación en tecnologías limpias y mejoras técnicas para la producción de materias primas minerales y bióticas en Asturias, fomentar sinergias con empresas e instituciones del sector, mejorar la percepción social de la actividad extractiva cuando es desarrollada responsablemente, avanzar en la caracterización de los recursos y en los procesos extractivos sostenibles e investigar en el campo de las materias primas bióticas y soluciones sostenibles. La puesta de largo de este centro, como afirmó el rector, "se llevará a cabo en las próximas semanas".