El reinicio de la temporada de esquí en Asturias, previsto para este martes, se ha frustrado por el mal tiempo que azota la región. La estación de Valgrande-Pajares, que tenía previsto abrir más de 12 kilómetros, apenas ha podido abrir 300 metros. Mientras, en Fuentes de Invierno, la estación no ha podido abrir sus puertas a primera hora de la mañana al estar cerrado el puerto de San Isidro por el temporal. Posteriormente, la carretera abrió permitiendo que llegaran los primeros alumnos de Semana Blanca.
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El mal tiempo ha sido la tónica dominante en esta jornada de reapertura, justo un mes después de que Pajares, la última en cerrar, se quedase sin nieve. Durante los últimos días, las precipitaciones que habían caído, sumado a la nieve artificial y al trabajo de los operarios habían permitido a la estación lenense acumular unos espesores que permitían abrir hasta 12 kilómetros de pistas en la jornada de reapertura. Sin embargo, a primera hora de la mañana, la estación anunciaba que solamente se iba a poder poner en funcionamiento la zona baja, con la cinta de debutantes como remonte y unos 300 metros esquiables, debido al fuerte viento y a las nevadas que estaban cayendo. Además, la carretera del puerto de Pajares, acceso principal desde Asturias a la estación, estaba con cadenas.
En Fuentes de Invierno, la situación fue incluso peor: el acceso a la estación por Asturias, por la carretera del puerto de San Isidro, estuvo cerrado por riesgo de aludes durante las primeras horas del día. Esto hizo que el complejo no pudiera abrir sus puertas al inicio. Y es que la mayor parte de la plantilla de Fuentes de Invierno reside en Asturias, lo que hizo que fuera imposible que llegaran a tiempo su puesto de trabajo. Mientras tanto, los operarios que acceden desde León y que sí pudieron llegar, aprovecharon la jornada para seguir trabajando sobre la nieve caída para habilitar el mayor dominio esquiable posible de cara las próximas jornadas. A media mañana, la carretera abrió y llegaban los primeros alumnos de Semana Blanca, concretamente del colegio San Vicente de Paul de Gijón.
Si algo deja positivo este martes para las estaciones es que pese a frustrarse el reinicio de la temporada, lo cierto es que ha caído algo más de nieve, lo que afianza y mejora los escasos espesores que se habían acumulado durante los últimos días, cuando nevó menos de lo previsto.
En cuanto la meteorología ofrezca una tregua, las estaciones asturianas recuperarán vida, usuarios y actividad, que durante esta campaña 2023-2024 está siendo escasa debido a la falta de nieve. De nuevo los alumnos de las semanas blancas escolares podrán volver a calzarse los esquís y acercarse al mundo de la nieve, objetivo de ese programa lanzado desde el Gobierno de Asturias. También turistas y usuarios habituales de las estaciones podrán volver a disfrutar de las pistas tanto en Lena como en Aller. Pero de momento, el mal tiempo les hará esperar algunas horas más.