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Luis Alonso Vega

Desde la Meseta

Luis Alonso-Vega

Juega con la nieve

Olvidarse de “Filomena” será complicado

Hace años, pero muchos años, cuando nevaba con más frecuencia por el invierno, la mayor ilusión era salir a la calle a tirarnos bolas de nieve, es decir, guerras a bolazo limpio con nieve blanda, porque pasados los días aquello se convertía en hielo y hacía daño por su dureza. Recuerdo a los bomberos por las calles principales echando agua caliente en las aceras, para evitar que la gente patinase en el hielo allí formado: ¡qué tiempos aquellos!

Más ahora, aparte de la pandemia, entró una borrasca que llamaron Filomena, cuyo nombre no me resultó desconocido, pues así se llamaba una prima de mi padre, que descolocó prácticamente a todo el país. La nevada fue impresionante, coches, autobuses, trenes y aeropuertos quedaron inmovilizados más de 24 horas, gente encerrada en los coches, durmiendo en el suelo de estaciones y aeropuertos. Pueblos sin luz, sin teléfono, así como desasistidos de alimentos en tiendas y supermercados.

La asistencia sanitaria se multiplicó con los resbalones de la gente en las calles. La formación de hielo aumentó, porque el frío trajo esas consecuencias.

El lunes y el martes salió un poco el sol, pero no fue suficiente para el deshielo. Comenzamos el año con Filomena y no nos olvidaremos de ella tan fácilmente.

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