El ferrocarril de Langreo a finales del siglo XIX había llegado a Pola de Laviana y uno de sus planes era acaparar el transporte del carbón de los concejos de San Martín del Rey Aurelio y Laviana. Para ello estudió el proyecto de un ramal ferroviario en la zona de Sotrondio para transportar el carbón del Valle de Santa Bárbara. La vía férrea tendría una longitud de un kilómetro, pero presentaba obstáculos a superar: la carretera Oviedo a Campo de Caso, salvar el cauce del canal del molino de San Frechoso a la altura del término de la Angariella y otro, cruzar el río Nalón en la zona del Pontón; además realizar los trabajos de infraestructura, tales como los pontones de puentes, muros perimetrales para controlar los rellenos en la subbase de la trinchera donde irían los raíles del ramal.
La concesión del nuevo ramal fue en el año 1901, sin embargo entre las crecidas del Nalón, la tramitación del expediente y las variaciones del proyecto inicial retrasaron la obra hasta el año 1914. Hay que recordar, que también en el año 1901 tuvo lugar la concesión del ferrocarril San Martín-Lieres-Gijón Musel.
Canteros Gallegos.
Como consecuencia de estos proyectos llegaron cuadrillas de canteros gallegos. Ha quedado bien patentado el trabajo de estos trabajadores en los dos proyectos. En este ramal ha quedado la obra prodigiosa que han realizado; hoy día, después de 100 años, están los muros de piedra ejecutados por los canteros gallegos, como soporte para el puente que cruzaba el Nalón. Una obra de cantería que ha soportado las cargas, sin deformaciones, que no se ha quebrado en sus paredes de mampostería. Un muro asentado sobre un pedregal, que ha vencido las embestidas del Nalón. No es de extrañar que ante tal obra, ésta lleve para la posteridad el nombre “El Puente de los Gallegos” en reconocimiento al trabajo realizado. Hoy día este puente es un icono para Sotrondio.
En la base del terreno natural sobre la cual se levantaría la trinchera que servirá de base para el ramal ferroviario hubo que construir un murete de contención. Este muro de contención era doble y tenía un metro de altura. Los muros eran de mampostería, como elemento de contención de tierras funcionaron perfectamente ya que no consta ningún argayu; a la vez hacía de alivio a las posibles embestidas del Nalón.
Los Puentes de la Angariella.
El primer puente hacía de desvío al ramal de Santa Bárbara; el puente era de estructura metálica y las bases se apoyaban en pontones de mampostería rígida para brindar resistencia y durabilidad.
El segundo puente se situaba sobre la carretera general. Rompía el modelo típico de construcción de un ferrocarril, modelo que tenía Fábrica de Mieres. Este puente se rompe el diseño y se va a la construcción de un puente de celosía. Tenía una estructura metálica cuyos elementos estaban unidos formando unidades geométricas, en este caso rombos. Ambos puentes se demolieron en los años 80.
Rellenos.
¿Y de dónde procedieron los metros cúbicos de rellenos que hicieron la trinchera? No han quedado escritos que reflejaran su procedencia, pero personalmente, tras analizar los lugares y el porte de los materiales, he llegado a la conclusión de que la propia mina que explotaba el carbón fue la cantera de suministro del material de relleno, pero sin descartar otras zonas de aprovisionamiento. Y en este caso fueron los estériles de mina transportados por vagones, que descargaban y posteriormente eran extendidos y compactados hasta conseguir la plataforma del ramal.
El Puente de los Gallegos.
Una de las obras industriales más importantes que realizó el Ferrocarril de Langreo. De luz tiene unos 60 metros, pero si se tiene cuenta los asientos de sus primeros pórticos metálicos alcanzan los 64 metros. El autor del proyecto de este Puente fue Don Ignacio Fernández de la Somera. Fue construido por Fábrica Mieres.
Analizando su construcción, se observa que en la pilastra de la orilla izquierda hubo más protección. En principio, la zona destaca por el meandro del río en la zona; hubo que colocar un rabión de piedra para contener las tierras y estériles que se tiraban al río. El proyecto se basa en un puente, tipo celosía, que forma una estructura que proyecta unidades triangulares. Se compone de vigas horizontales y verticales de medidas iguales, con diez puntos de unión entre el larguero superior e inferior, más la unión del principio. La base está formada por vigas metálicas que sirven de apoyo a las traviesas de los raíles. A ambos lados llevan chapas metálicas que sirven de paso.
Construcción del puente.
Los trabajos “in situ” se iniciaron hacia 1915, pero el montaje de la estructura metálica se retrasó, ya que Fábrica de Mieres tenía en esa época muchos pedidos y la entrega se demoró; también hay que considerar los retrasos debido a la huelga del año 1918. Todo repercutió para que el montaje no se terminase hasta comienzos de 1919. La puesta en servicio del ramal de Santa Bárbara data del año 1920, ya que existen datos de albaranes emitidos por acarreo del carbón por el Ferrocarril de Langreo. Sin embargo la fecha real del uso de esta vía férrea, según una real orden, es de abril de 1924.
Estado actual.
Llamaba la atención que este puente, al estar en la zona urbanizable de Sotrondio y al no prestar servicio, no hubiese sido objeto de una demolición; hubo informes, daban la conclusión de serios peligros, ya que se seguía dando paso peatonal y las chapas metálicas del suelo, o habían sido desmantelas o robadas y por tanto impedían un tránsito normal para personas.
El puente de los Gallegos tras el cierre de los servicios mineros de la Hullera en 1980 entró en una fase de abandono. En 1992 se desmantela el ramal ferroviario totalmente con la desaparición de la trinchera, quedando libre el solar, lo cual lleva a un casi deterioro del puente. En 2003 hay una restauración con la apertura del puente para paso de peatones. Hacia 2008 se realiza un anteproyecto para rehabilitación interior del puente, tanto para peatones como para bicicletas. Pero se debe cuidar hoy día, año 2021, con un mantenimiento que lo haga servible. Cien años lo contemplan.
