Noviembre parece un mes bastante largo, aunque tenga solo 30 días en vez de 31, como tiene diciembre. Pero, sin embargo, algunos acontecimientos se anticipan, como es el caso de la fiesta infantil de Papa Noel y, aún más, la de los Reyes Magos en enero, ya en el próximo año 2022.
Como consecuencia de citado anticipo, en mi poder y desde hace unos días, tengo un catálogo de juguetes, como dice el anuncio, para edades comprendidas entre los 0 y 99 años, donde todas las edades tienen derecho a disfrutar de un entretenimiento adecuado. Los anuncios en prensa, radio y televisión cada vez se difunden más. Las colonias, perfumes, bebidas alcohólicas o no, como turrones y mazapanes, cada vez son objeto de anunciarse para que nos entre por la vista o el oído. Sin embargo, el temor a una nueva campaña que se divulga, entre otras, por la ausencia de productos en las estanterías de nuestros mercados, porque los camiones carecen de conductores que los trasladen, cosa que también ocurre en la construcción, donde igualmente se aprecia en los costos de combustible, electricidad y en nuestros productos alimenticios, donde la fruta, verduras, pescados y carne, cada día reflejan mayores costos.
Así, en vísperas de un invierno que ya se nos echó encima con agua, nieve y hasta un volcán en La Palma que no da tregua de echar fuego, lava y ceniza, destruyendo miles de casas, cosechas y atormentando física y psicológicamente a familias enteras, donde los niños preguntan a sus padres: “¿Por qué Dios nos envía tanto mal?”