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Ventana indiscreta

José Manuel Barreal

Pasen y vean

El choque entre los partidos de izquierda en la campaña andaluza

Señora y señores, pasen y vean la última y genuina obra de la izquierda política o si se quiere, de las izquierdas, de este país. La historia es sencilla, no parece que tenga mucha complejidad para el común de los mortales. Sigan el espectáculo desde sus asientos.

Una serie de organizaciones de la izquierda andaluza, se reúnen para la formación de una plataforma que llaman “Por Andalucía”, de cara a las próximas elecciones autonómicas, de este domingo. Hay, como mandan los cánones de la política, reuniones, propuestas, etcétera, en las que una de las organizaciones propone a su candidato. Este, no tiene el consenso del resto, que sí se lo dan a la candidata de otra de las organizaciones. Suena la orquesta y ¡comienza el espectáculo!

Entre actuación y actuación, del elenco artístico-político, la lista de “Por Andalucía” se hace pública. El propuesto candidato de Podemos , no aparece en primera posición y es la candidata de IU quien encabeza la candidatura de la izquierda andaluza. En el obligado registro de la Junta Electoral, de la plataforma, inexplicablemente o tal vez, sí explicable, Podemos queda fuera de la lista al llegar tarde a la inscripción. Suena un retumbe de tambores en la orquesta y la suave música del saxo.

En un alarde de trapecio sin red la izquierda, en un falso agarre, vuelve a salir herida. El espectáculo que prometía ser atractivo y el público, tanto desde las gradas, como desde butaca, esperaba con expectación, resulta soso y defrauda las expectativas que los carteles de propaganda ofrecían.

Los pitidos y abucheos, tapan a la orquesta que intenta paliarlos. Se pide, por favor, silencio. El espectáculo aún no ha finalizado. Algunas personas, que ya se marchaban, vuelven a su asiento. A ver, dicen, qué nos ofrecen, ahora.

La pregunta, cuando el reloj corre hacia la finalización del espectáculo, depara una respuesta sorprendente. Dos organizaciones antes amigas, IU y Podemos, salen a pista tirándose los trastos a la cabeza. Algún huevo duro y algunos tomates y gorrazos protagonizan la hilarante escena. Entre tomatazo y tomatazo, se dedican una serie de palabras, de tal calibre ininteligibles, que los espectadores y espectadoras, entre risas y lamentos se van marchando del circo político. Podemos dice que Izquierda Unida lo incumple, Izquierda Unida dice que no es así... Desde la empresa responsable del show no hay disculpas a la concurrencia. No se entienden necesarias. Se la deja ir. La empresa, sabe y asume que esos fallos suelen ocurrir, pero que no tendrán más recorrido, o tal vez sí, ya se verá.

Sin embargo, quienes al final tendrán que decidir, con su voto, si el espectáculo fue un fraude o es coyuntural, saben que la actuación ha quedado seriamente dañada. Primero por la falta de entrenamiento en las diferentes partes del libreto (diálogos, indicaciones técnicas, decorados, iluminación...) para la realización del acuerdo y luego por la torpeza en una de las actuaciones. Todo, y la falta de profesionalidad, pone en duda la capacidad de generar ilusiones, en posteriores situaciones con los mismo actores y actrices.

¿Y mientras tanto?, se pregunta el decepcionado público asistente. Pues mientras tanto, otra representación paralela, pero totalmente diferente y opuesta a la comentada está teniendo lugar y no parece que la taquilla le vaya mal. No le va mal, aun a costa del pudor y de la vergüenza, que nunca tuvieron ni tienen. Esperemos...

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