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Narrativa de un drama cruento

La editorial asturiana Hoja de Lata recupera Una trilogía palestina, las novelas - que hicieron de Gasán Kanafani una referencia de la nueva literatura árabe

El prestigioso arabista Pedro Martínez Montávez afirma en la muy útil Introducción a la literatura árabe moderna, estudios en los que ha sido un pionero en la Universidad española, que Gasán Kanafani ocupa un lugar central entre los narradores que han hecho del "mensaje palestino" el meollo de su literatura. Menos conocido en Occidente que el poeta Mahmud Darwish (1942-2008), la gran voz lírica del sufrimiento de su pueblo, o que el crítico y ensayista Edward W. Said (1935-2005), premio "Príncipe de Asturias" de 2002 y autor de un texto tan "necesario" (la palabra es de Juan Goytisolo) como Orientalismo, la obra de Kanafani ofrece, sin embargo, un ejemplo valioso de los problemas de toda índole a los que acaba enfrentándose un novelista metido de hoz y coz en el persistente y cruento drama de Oriente Próximo.

Por eso resulta muy interesante la reciente publicación de Una trilogía palestina, con la que el sello asturiano Hoja de Lata recupera la edición que la escritora e historiadora María Rosa de Madariaga hizo para Ediciones Libertarias-Prodhufi, en 1988, de tres de las cuatro novelas breves que dejó Kanafani: Hombres en el sol, Lo que os queda y Um Saad. A la muy interesante introducción que la especialista en las contiendas que han librado España y Marruecos escribió entonces, añade ahora un muy esclarecedor prólogo en el que hace recuento de las vicisitudes por las que ha pasado el pueblo palestino desde la derrota de los ejércitos árabes por las armas de Israel, en junio de 1967, en la llamada Guerra de los Seis Días.

"Si junto al Estado de Israel en sus fronteras actuales llegara algún día a existir un Estado palestino, sería de desear que la OLP volviera a hacer suyos los principios proclamados por Fatah en 1967, en los que defendía la instauración de un estado democrático y laico. Es a este fin al que deben tender los esfuerzos de la comunidad internacional, si se quiere que pueda haber algún día una paz definitiva y duradera en el Cercano Oriente", escribe la traductora y estudiosa de la obra de Kanafani. No es ociosa esta larga cita si tenemos en cuenta la entrada en escena, a partir de los años ochenta, de Hamás, organización que controla Gaza y tiene como objetivo la instauración de un régimen islámico en la Palestina histórica.

Pero volvamos a Kanafani. Nacido en San Juan de Acre en 1936, fue asesinado en Beirut por los servicios secretos israelíes en 1972. Una bomba adosada a su automóvil acabó con él y con su joven sobrina. Fue uno de los fundadores del Frente Popular para la Liberación de Palestina, formación de tendencia marxista muy vinculada al Movimiento Nacionalista Árabe y la segunda organización en importancia, después de Fatah (la creación de Yasser Arafat), de la OLP. Periodista activo al servicio de una causa que empapa toda su biografía (vivió desde niño la peripecia existencial de los suyos tras el éxodo forzado por la derrota árabe frente a Israel en 1948), escribió también ensayos y teatro. Para María Rosa de Madariaga, estamos ante un escritor para el que "la pluma fue su arma de combate". Sin embargo y después de advertir de algunos de los peligros de la llamada "literatura comprometida" (la tentación panfletaria), la estudiosa añade con razón: "No pensamos que su compromiso político, visible en toda su obra, vaya en detrimento del valor literario de ésta".

Es un juicio que nos parece cierto, aunque con matices, como el lector puede comprobar en Una trilogía palestina. Kanafani publica la primera de estas tres novelitas en 1963, cuando aún no había cumplido los treinta años. Cuenta desde un realismo de gran fuerza poética, con una muy potente simbología, la huida hacia Kuwait y muerte de tres palestinos de generaciones distintas. Un asunto, el de los emigrantes clandestinos tratados como mercancía, de desgraciada actualidad. La narración concluye con una pertinente y reiterada pregunta: "¿Por qué?". Tres años más tarde publica Lo que os queda, la mejor novela de Kanafani, tanto por su ambición estética -con evidentes ecos de la escritura de Faulkner-, como por la complejidad de los cinco personajes de un relato obsesivo en el que su autor aplica el escalpelo sin temor a mostrar contradicciones y miserias morales. La última de las obras, Um Saad, con fecha de 1969, es la más esperanzadora de las piezas de esta trilogía. Pero es, también, en la que Kanafani hace mayores concesiones a un realismo plano, incluidos los héroes de una pieza.

Resulta imposible saber qué caminos literarios hubiera transitado Kanafani. Lo impidió una bomba del Mosad. Un texto como Lo que os queda confirma, no obstante, la existencia de un escritor de primera línea que ha inspirado algunos de las mejores páginas de la revolución narrativa árabe.

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