La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La luciérnaga del desierto, el pabellón de España en Dubái

El siempre interrogante estudio ACM –al que se deben las viviendas de la Mayacina– trabaja sobre la eficiencia energética y la ligereza

El pabellón de España en la Expo de Dubái.

Las exposiciones universales son una oportunidad para ofrecer la mejor arquitectura de cada momento y así grandes obras que formaron parte de ellas se mantienen después o perdura su atrevimiento en nuestra memoria o en los libros. La torre Eiffel, quizá sea la más paradigmática, pero fue tremenda la importancia del Pabellón de Cristal de Paxton de Londres, el Arco del Triunfo de la Ciudadela en Barcelona (de la exposición del Onofre Bouvila de Eduardo Mendoza), y el Pabellón de Alemania de la del 29 de Mies Van der Rohe que, destruido entonces, se reeditó en los ochenta. Todos tenemos en la cabeza el de Finlandia de Aalto. Algunos edificios de la de Sevilla se mantienen allí, otros se movieron de sitio (como el Pabellón de Asturias que ahora está en Gijón).

El proyecto que nos representa en Dubái tiene un carácter de tienda, de arquitectura ligera, como una jaima del desierto, esto hace que el calor suba por esos conos hacia arriba y el aire fresco (o no tan caluroso), la corriente, se mueva a nivel del suelo. Siempre ha sido una premisa importante para ACM la eficiencia energética. La geometría del círculo lo invade todo y genera movimiento, que es lo que estos certámenes desean. Recordemos en Sanghai 2010 aquellas sombrillas circulares dinámicas de Rojo Clavel.

En Dubái, ACM consigue con la ligereza del acabado crear una luciérnaga que es un mecanismo de diseño que han utilizado en muchas ocasiones, por ejemplo en la cubrición de ruinas arqueológicas en su querida Cartagena, donde realizaron otros edificios de gran interés como es el Ascensor Panorámico. También las viviendas en la Mayacina en Mieres juegan con una piel traslucida que, además de generar una cámara caliente por el efecto invernadero, por la noche, con el juego de luces encendidas produce este efecto luminoso.

La investigación en vivienda colectiva es el plato fuerte de su estudio, llegando a veces a plantear proyectos que son más preguntas que respuestas, como cuando nos decían que en Madrid, donde la gente trabaja todo el día, quizá deberíamos poner los baños a fachada para, por lo menos, ver el sol cuando nos duchamos por la mañana... En sus proyectos nada se da por supuesto, todo se repiensa, todo se pregunta de nuevo.

En Dubái por la noche hacen visible la estructura interior que por el día aparece escondida por la intensa luz exterior. Cuando muestra los “huesos” de adentro me recuerda temas más orientales, como los tabiques de papel en la arquitectura japonesa que elogiaba Tanizaki, o los faroles que arrojan a los ríos, o viniendo de aquí también, las lámparas de Noguchi. De noche además, juegan con los colores de la bandera, el rojo y el amarillo. Como demostraron en muchas ocasiones, el color, es otra de sus armas de diseño y por ejemplo, las viviendas de Carabanchel, formadas por pastillas rojas, azules, amarillas...no solo nos encantan a los arquitectos, sino que aparecen en videos musicales de jóvenes raperos como Ayax y Prok, o Locoplaya (pregunten a sus hijos...) No dejan a nadie impasible.

¿Qué decir de Amann, Cánovas y Maruri? pues que llevan juntos investigando, arriesgando, alrededor de 35 años (ACM fundada en Madrid en 1987). Cambiaron de nombre y una temporada se llamaron “Temperaturas Extremas”, ¡qué mejor lema para el cometido que tratamos hoy! Llevaron la revista “Arquitectos” del Consejo Superior de Arquitectos de España, durante mucho tiempo, con una línea y un compromiso tremendo.

Son profesores de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. Atxu Amann lleva Expresión Grafica (aunque ahora está más con el tema de Coordinación de Doctorado) y es una militante feminista intensa (me lo cuentan amigas arquitectas que fueron sus alumnas). Andrés Cánovas es el director del Departamento de Proyectos Arquitectónicos de dicha facultad, y Nicolás Maruri es también profesor de proyectos y además del Máster de Proyectos Avanzados. No es la primera vez que tienen una responsabilidad de este calibre, llevaron el Pabellón de España en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2018 donde, en un alarde de generosidad, llenaron el espacio de proyectos de alumnos.

Siguiendo la visita institucional del gobierno a Dubái estos días en los medios, las imágenes son primeros planos del presidente y no aparecen ni los arquitectos que tanto esfuerzo hicieron ni el edificio que con tanto acierto nos representa. Lo importante no es la Arquitectura sino a quien ve o deja de ver el mandatario.

Compartir el artículo

stats