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Entre drones y altares

La realidad se vuelve rara: los cuentos de Liliana Colanzi en “Ustedes brillan en lo oscuro”

Liliana Colanzi. Guillermo Navarro

Leyendo los relatos que forman “Ustedes brillan en lo oscuro”, de la boliviana Liliana Colanzi (1981), se comprende enseguida lo rápido que ha discurrido la historia, sus diferentes civilizaciones. Leo “La cueva”, el cuento que abre el libro (una suerte de big bang literario de todo lo que nos encontraremos después) y descubro que la escritura es un vegetal longevo que medra en las hendiduras. Hendiduras abiertas entre la prehistoria y el futuro. Hendiduras que aparecen entre la naturaleza y el progreso. Todo es más lento de lo que parece, pero vivimos bajo el efecto placebo de la velocidad.

Nos recuerda Colanzi que “una estalactita es una sucesión de gotas a través del tiempo” y cuesta no asumir que la demora que se da en formarse no sería una dimensión de la relación humana con el tiempo. Pero mientras se recurre a creencias ancestrales, los drones sobrevuelan nuestras cabezas. En “Atomito”, otro de los relatos del libro, se presenta una central nuclear como una especie de catedral venenosa. Lo que nos da vida nos mata y viceversa. Esa es la paradoja actual del ser humano.

“Ustedes brillan en lo oscuro” es un catálogo de roces, incompatibilidades y disfunciones. En casos así, la ficción es un vademécum o al menos un diagnóstico repleto de preguntas.

Los relatos, a menudo, son detectores de quiebros, rarezas… Dilatar esos giros, explorarlos, forma parte del deseo de quien escribe, de Colanzi en este caso. Se trata de torcer, superar un género y así actualizarlo. Me refiero a lo fantástico, a la ciencia ficción. A nadie creo que le parezca ya casualidad, a estas alturas, que la renovación del relato hoy en día proceda de la relectura de la literatura fantástica y la aportación de escritoras como Mariana Enríquez, Samanta Schweblin o Mónica Ojeda, que acompañan a la autora de “Ustedes brillan en lo oscuro” en sacar partido de aquello que para Cortázar suponía lo extraño de lo cotidiano. En más de una ocasión evoqué durante la lectura su relato “La noche boca arriba”. Creo que la historia del autor de “Rayuela” y las narraciones de Liliana Colanzi coinciden en ver al ser humano como una encrucijada de tiempos. Los planos temporales y los planos espaciales se superponen. En tales intersecciones se forja una mirada oblicua, inconformista con la realidad, pero no en el sentido de interpelarla, sino más bien planteando preguntas incómodas, desenterrando las historias ocultas (que por costumbre atañen a los más débiles y humildes), desvelando los síntomas de una sociedad enferma. El cuento que cierra el libro y que le da título, parte de un hecho real: un accidente radiactivo que tuvo lugar en Goiânia en 1987. Se parte de la realidad pero sin salir de la ficción. El tratamiento no es el del documental o el de la saturada ficción real. Buena parte de la renovación del género a la que me referí más arriba pasa por aquí: por recuperar y utilizar la fantasía, la imaginación. Nunca tendrá los pies de barro, pues la escritora pisa la realidad e imagina lo posible.

“Ustedes brillan en lo oscuro” es un episodio imprescindible de este camino que se retoma. Las propias palabras de Colanzi nos hacen augurar tiempos prometedores y muestran una total coherencia entre discurso y escritura: “La realidad es extraña; ignoramos casi todo sobre las cuestiones más importantes, en realidad estamos gobernados por fuerzas desconocidas. Me interesa que la literatura se acerque a esa inestabilidad, que es la condición de nuestro paso por el mundo: a veces basta un elemento fuera de lugar, un desvío o un detalle anacrónico para que la realidad se vuelva rara”.

Ustedes brillan en lo oscuro

Liliana Colanzi 

Páginas de espuma, 120 páginas, 15 euros

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