arte

La vista y la quietud

El romanticismo de las nuevas pinturas de Diego Benéitez en la Galería Bea Villamarín

"La vista y la quietud".

"La vista y la quietud".

Santiago Martínez

Diego Benéitez expone en la Galería Bea Villamarín de Gijón una selección de pinturas que están protagonizadas por paisajes que dan rienda suelta a la imaginación de quien los contempla. El título de la exposición "Donde el corazón te lleve" ya indica su deriva romántica, una intención de despertar en cada uno de nosotros impresiones dormidas y lecturas absolutamente personales.

La carga emocional que se desprende de ellas se ve potenciada por las frases que las acompañan, y que armonizan a la perfección con cada imagen, así ocurre con "Tan puro como el aire" o "El corazón de tu mirada", pero también con "Una forma de pensamiento", título que habla de la capacidad del arte para traducir una experiencia vital, una imagen retenida en la memoria o una ensoñación. El propio artista, en el texto de presentación de la muestra, se refiere a ello: "En ocasiones los sueños son más intensos que un recuerdo difuso"; y, aunque subraye que sus paisajes no representan ningún lugar concreto, en sus lejanos horizontes, donde la arquitectura tiene un especial protagonismo, hay referencias que resultan familiares. Un potente efecto de contraluz perfila las minúsculas siluetas de estas misteriosas construcciones; intuimos cúpulas, torres y otras edificaciones que, desde su lejanía, podrían trasladarnos hasta alguna de aquellas "Ciudades invisibles" de los relatos de Italo Calvino. En ocasiones, es la literatura fuente de inspiración para el autor, con posibles alusiones a Antonio Machado y su "Campos de Castilla" y, sobre todo, a Federico García Lorca y su "Impresiones y paisajes".

1. DIEGO BENÉITEZ, Cuando se respira el mar, 60x80 cm, mixta tabla

"Cuando se respira el mar". / .

Son pinturas realizadas en técnica mixta sobre tabla y, alguna pieza de menor formato, sobre papel. En la mayoría de las obras mantiene un esquema compositivo similar, casi siempre apoyado en un formato cuadrado que potencia los efectos de perspectiva. La marcada línea del horizonte separa superficies de color, espacios de silencio dice el artista, que en la parte superior representan el cielo y en la inferior podrían aludir a inmensas llanuras o a superficies marinas. En esa perfección geométrica traducida al lenguaje plástico se halla la esencia de la armonía y serenidad que se respira. En algunos cuadros, como "En el corazón de tu mirada" o en "Piensa el presente" resulta turbadora la rotunda quietud, pero también los efectos especulares, provocando una extraña sensación de irrealidad, casi surrealista.

En buena parte de la exposición dominan los colores cálidos, con un especial protagonismo de los tonos anaranjados, que podríamos identificar con el potente resplandor de un amanecer o con la persistencia de la luz de la tarde, que siempre se resiste a la inminente llegada de la noche. En cualquier caso, crepúsculo y aurora son momentos de meditación e introspección para el ser humano. Pero son las pinturas dominadas por los grises y azules donde esta ambigua sensación de transición está más presente; en la obra titulada "Cuando se respira el mar", que parece representar un instante previo al anochecer, centellean las luces doradas de la ciudad y las gradaciones cromáticas son tan delicadas que recuerdan la elegancia preciosista de James A. M. Whistler, especialmente en sus simbólicas variaciones en azul y oro.

4. DIEGO BENÉITEZ, Contraluz, 70x50 cm, mixta tabla

"Contraluz". / .

Esta es la cuarta exposición que Diego Benéitez realiza con la Galería Bea Villamarín, desde 2017 viene mostrándonos cómo su trabajo se ha consolidado en una estética muy personal en la que los amplios campos de color nos acercan a la pintura sensorial y atmosférica próxima a la emotividad de Mark Rothko. Es ese atractivo visual de conjunto el que inicialmente nos atrapa, pero es cuando nos detenemos y contemplamos sus detalles, cuando realmente surge una conexión íntima. "La vista y la quietud" es una obra que resume, en su título, la actitud necesaria para acercarse a estas pinturas, pero únicamente cuando nos encontremos ante ellas, entenderemos toda la sensibilidad que desprenden.

Donde el corazón te lleve

Diego Benéitez 

Galería Bea Villamarín, c/ San Antonio 5, Gijón. Hasta el 3 de febrero

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