Oviedo, J. M. MATUTE

Rafael Nadal acaba de completar en Barcelona la mitad del camino hacia su cuarto «Nadal Slam» seguido: ganar sin pausa los torneos de Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros.

Nadie en la era Open había ganado cuatro veces seguidas en Montecarlo, y Nadal lo hizo; nadie había ganado cuatro años seguidos el Godó, y Nadal lo hizo dejando tras él a leyendas vivas del tenis como Emerson, Orantes o Wilander, con tres títulos.

Su víctima en la final fue el alicantino David Ferrer, número 5 en el ranking de la ATP. El de Jávea logró arrebatarle un set a Nadal, algo que no había logrado nadie en las pistas del RCT Barcelona desde 2006, cuando el finlandés Nieminen le ganó el primero en los cuartos de final del torneo. En Montecarlo también lleva dos años sin ceder un set, desde la final de 2006 ante el número uno del mundo, el suizo Federer.

De Ferrer hay quien dice que es más difícil de combatir que un dolor de muelas. Pero el alicantino lo tiene claro: «Rafa está en tierra muy por delante de los demás, además de ser el mejor jugador español de todos los tiempos». No sólo lo dice Ferrer, lo dicen sus 25 títulos ATP a sus 21 años, entre ellos tres Roland Garros; sus 20 de 21 finales ganadas en tierra (sólo cedió el pasado año, en Hamburgo, ante Federer); sus 103 victorias en los últimos 104 partidos disputados sobre polvo de ladrillo y sus 146 semanas consecutivas como número dos de la ATP.

El «rey de la tierra» es, además, el jugador del circuito que más partidos ha ganado esta temporada (32) contando todas las superficies, lo que le acredita como el mejor tenista del año, por delante de Novak Djokovic y de Roger Federer. El español suma 409 puntos por los 376 del serbio y los 256 del suizo.

Cumplida la tarea en Montecarlo y Barcelona, Nadal pone ahora rumbo a Roma. En el Foro Itálico el balear nunca ha perdido: 17 partidos y 17 victorias adornan sus títulos de 2005, 2006 y 2007 en el más español de los torneos. Y es que en sus siete últimas ediciones sólo el estadounidense Andre Agassi (2002) se interpuso entre la «Armada», que además de las tres victorias de Nadal presume de las logradas por Juan Carlos Ferrero (2001), Félix Mantilla (2003) y Carlos Moyá (2004).

Nadal tiene ocasión de convertirse en el primer jugador que gana un cuarto título en Roma (tres tienen el checo Drobny, el australiano Mulligan y el austriaco Munster) y, además, consecutivos. El sorteo parece haber beneficiado al español pues, si se confirman los pronósticos, disputará los cuartos de final con el estadounidense Blake (octavo favorito), mientras que en semifinales le esperaría el ganador del otro posible cuarto de final entre el estadounidense Roddick (6) y el ruso Davydenko (4). Federer, por su parte, tendría como rival posible en cuartos al español Ferrer (5), y en semifinales podría verse con el argentino Nalbandián (9) o Djokovic (3). En cualquier caso, el camino será complicado para Rafa desde el primer día, pues su rival de mañana saldrá del vencedor entre Juan Carlos Ferrero (23) y el alemán Kiefer.

La locura en la que se ha convertido la temporada en tierra podría llevar a Nadal a intentar, tras Roma, lograr su primera victoria en Hamburgo antes de afrontar otro de los grandes retos de la temporada: su cuarto título seguido en Roland Garros, donde no conoce la derrota y suma ya 21 victorias. Y luego llegarán Wimbledon y los Juegos de Pekín...