Oviedo, J. M. M.

El campeonato de Liga más competido del fútbol español ha dejado para la jornada final de mañana no sólo el desenlace de la lucha por el título entre el Barcelona y el Real Madrid, sino también la de los tres puestos de descenso. Y frente a los dos aspirantes al título estarán dos equipos que se juegan la permanencia como el Valladolid y el Málaga, respectivamente. Curiosamente, el antimadridista Javier Clemente puede echar una mano a los de Manuel Pellegrini en su objetivo de salvar del descenso a los de Pucela, en tanto la permanencia del club andaluz que preside el ex jugador merengue Fernando Sanz pasaría por hacer un favor a los de Pep Guardiola.

El ascenso de Javier Clemente (Baracaldo, 1950) como jugador sólo fue comparable a su frenético descenso por culpa de una atroz entrada del jugador del Sabadell Marañón que le hizo añicos la pierna izquierda. Con 19 años, medio centenar de partidos en Primera y un título de Copa como palmarés, Clemente veía cortada su carrera como jugador pero no en el fútbol. Se puso muy pronto a entrenar y sus éxito también llegaron pronto. Con 30 años regresó a Lezama y con 33 hizo campeón de Liga al Athletic, título que repetiría a la campaña siguiente (1983-84) adornándolo también con el de Copa. De entonces viene el carácter antimadridista de Clemente -y el anticlementismo madridista- pues en ambas temporadas el Athletic ganó la Liga por delante del Real Madrid. Y si competida es la Liga actual qué decir de las de entonces. En 1983 el título se decidió a favor de los de Clemente por sólo un punto y por diferencia de goles a la temporada siguiente. Y en ambas el Madrid había sido campeón al término de la primera vuelta por delante de los bilbainos.

De aquella época nació también la leyenda negra del Clemente ultradefensivo y «amarrategui». Los números, en cambio, dicen lo contrario: el Athletic de Clemente marcó en el conjunto de aquellas dos temporadas (18 equipos en Primera) 126 goles y recibió 66, en tanto el Madrid lograba 116 a favor y 62 en contra. El Real Madrid de 1982-83 lo entrenaba Alfredo Di Stéfano, hoy presidente de honor del club, y Amancio Amaro ocupó el banquillo a la campaña siguiente, en la que nació la «Quinta del Buitre» con el debut en el primer equipo blanco de los Butragueño, Pardeza, Sanchis, Martín Vázquez y Míchel.

Fernando Sanz (Madrid, 1974) jugó en el Real Madrid de 1995 a 1999, año en el que pasó al Málaga hasta su retirada en 2006, cuando se convertía en presidente del club blanquiazul tras comprar su padre, Lorenzo Sanz -ex presidente del equipo blanco y derrotado por el hoy presidente Florentino Pérez en las elecciones de 2000 y 2004-, el 96 por ciento de las acciones del conjunto andaluz.

Sanz, que llegó a jugar con Raúl y Guti y que siempre ha mantenido buenas relaciones con el entorno madridista, se juega ahora el futuro de su equipo contra su ex equipo y, de paso, podría hacer un favor al Barcelona. Y es que si el Málaga puntúa ante el Madrid el Barcelona será campeón aun perdiendo frente al Valladolid, lo que, a su vez, podría condenar al descenso al Málaga. Pero en medio de todo este embrollo a buen seguro que ni Clemente pensará en el Madrid ni Fernando Sanz en el Barcelona.