Gijón, J. J.

El asturiano Ricardo Bascoy logró la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de kick boxing, celebrado en Alicante, y en el que tomaron parte más de un millar de competidores.

Bascoy peleó en la categoría de menos de 63,5 kilos y ya en semifinales se midió al francés de origen argelino Eric Tacconi. Tras un primer asalto igualado, Bascoy incrementa su ataque en el segundo e impacta por dos veces en el rival, pero uno de los árbitros le sanciona al considerar que el segundo de los golpes lo efectúa cuando Tacconi ya se estaba cayendo, lo que es ilegal. En el tercer asalto el asturiano mantiene su dominio y cuando todo el mundo esperaba su triunfo los jueces dieron ganador al francés, en medio de una protesta general. La decisión impidió a Ricardo disputar la final, pero le aseguró una medalla de bronce, la única que logró la representación asturiana.

Así, Iván Suárez Buselo cae derrotado en cuartos de final ante el representante de Polonia, en la categoría de menos de 71 kilos modalidad de light contact, un combate donde Buselo, pese a golpear en más ocasiones, es sancionado con la correspondiente bajada de puntos por una patada que a criterio del árbitro no ha sido controlada y ha impactado con demasiada dureza en la cabeza de su adversario, en un combate donde el K.O. no esta permitido.

En full contact, la representación asturiana también se siente víctima de la actuación arbitral. David Estrada (- 75 kilos) peleaba en octavos por el pase a cuartos de final ante el representante portugués de la categoría.

El combate comienza fuerte, con una gran dureza por parte de ambos púgiles, cuando en una perfecta ejecución de técnica de puño en el primer asalto, Estrada impacta en la zona hepática de su rival, que obliga al portugués a doblarse ejecutando en ese momento David una patada circular al observar flaqueza de su rival, es cuando entra en escena el colegiado inglés, que descalifica al asturiano, para sorpresa de todos los presentes.