Las ausencias de Rafael Nadal y David Ferrer, además de la confianza del nuevo capitán, Àlex Corretja, han devuelto al equipo de Copa Davis a Juan Carlos Ferrero, el héroe juvenil del primer título, en el año 2000, en el Palau Sant Jordi. También estuvo en la final del segundo, en Sevilla en 2004, y participó en las eliminatorias de cuartos y semifinales que permitieron ganar la de 2009. Juan Carlos Ferrero Donat (Onteniente, 12 de febrero de 1980) es uno de los alicientes ;de la eliminatoria frente a Kazajistán que empieza el viernes.

-¿Cómo se toma la vuelta al equipo?

-Siempre es un motivo de alegría jugar la Copa Davis, después del problema de la rodilla que tuve. Estoy muy motivado para participar en esta eliminatoria.

-¿Ayuda la llegada de Corretja a la capitanía?

-He compartido muchas cosas con Àlex y es una alegría que esté ahora de capitán. Ahora mismo está muy caro entrar en el equipo. Están Rafa, Ferrer, dos y cinco del mundo, Nico está el 11. Se han dado las circunstancias y estoy encantado de volver.

-¿Cómo valora la renuncia de Nadal, Ferrer y Feliciano?

-Es por el calendario tan apretado, nunca han desechado la idea de volver. En los últimos años han jugado muchas eliminatorias, quizá están un poco agotados y hay que aceptar su decisión.

-¿Está España en condiciones de lograr la sexta Copa Davis?

-A estas alturas es complicado hablar de una nueva Ensaladera. Hay que ir paso a paso. En Oviedo somos favoritos, como en cualquier eliminatoria en casa y en tierra. Nosotros sí conocemos a los kazajos y sabemos que son jugadores peligrosos. Son muy anárquicos y van muy a piñón fijo. En teoría somos superiores, pero en Copa Davis ha habido muchas eliminatorias sorprendentes porque la gente se motiva mucho.

-¿Es clave el buen ambiente entre ustedes?

-Desde que empecé en el equipo, en el año 2000, nunca he visto ningún follón. Quizá sea la clave del éxito de España. Nos llevamos muy bien, juegue quien juegue.

-¿Que primaría para formar el equipo, el ranking del tenista o su momento de juego?

-Son decisiones complicadas. Cualquier jugador quiere estar en la Copa Davis y cuando le quitan, aunque le pueda doler a nivel personal, desea lo mejor para el equipo. Soy partidario de que juegue quien mejor esté, con más confianza. La Copa Davis es una competición complicada, que supone mucha responsabilidad, y hay que poner a los mejor preparados.