Ver en acción a la selección española siempre es un placer, pero lo divertido del fútbol es jugarlo. Los aficionados que quisieron medir su pericia con el balón pudieron hacerlo ayer y también esta tarde en el Club Selección que se halla instalado en el parque de los hermanos Castro. La oferta es casi infinita e incluye campos de fútbol-tenis, para partidos dos contra dos, un futbolín gigante, y pruebas como jugar a los bolos con un balón o colar la pelota por un agujero. Los mejor dotados con la técnica se llevan regalos relacionados con la selección española. Esta miniferia de la selección está organizada por los patrocinadores del equipo nacional y también incluye el museo itinerante de la Roja, en el que pueden visitar las dos Eurocopas y el Mundial que la selección ha ganado de forma consecutiva.

Gijón destila ambiente de fútbol bueno por cada esquina. Proliferan las banderas y camisetas de la selección española y la actividad gira en torno a El Molinón y al partido que se va a disputar esta noche.

Incluso se han dejado ver por la ciudad algunos grupos de aficionados finlandeses que ayer disfrutaban en las terrazas del buen día que hizo en Gijón. Los más osados incluso se atreven a pronosticar una victoria nórdica, aunque la mayoría da por bueno el viaje y la posibilidad de conocer de primera mano las delicias de España.

Un partido de la selección es un atractivo evidente para cualquier ciudad. Ayer, en el entrenamiento del equipo nacional era fácil detectar también a aficionados españoles llegados de otros puntos de la Península que aprovecharon el fin de semana para conocer Asturias y disfrutar con un partido de sus ídolos de la Roja.