Oviedo

El brasileño José Hawilla, fundador y propietario de la empresa Traffic Group, se encuentra en el eje del escándalo de corrupción que ha estallado en la FIFA y que de momento se ha cobrado la detención en Suiza de siete altos cargos del organismo, acusados por la fiscalía general de Estados Unidos de fraude masivo, blanqueo de dinero y organización mafiosa.

La petición de detención la ha cursado Estados Unidos porque es en este país donde se inició la causa de los pagos a directivos de la FIFA a cambio de sus votos.

Traffic Gourp, la empresa de Hawilla, fue fundada en 1980 en Sao Paulo y desde entonces se ha hecho con los derechos comerciales de los principales torneos futbolísticos de clubes y de selecciones del continente americano, como la Copa América, la Copa Libertadores, la Copa de la Concacaf, la Copa de Brasil o la Liga de Fútbol de Norteamérica (NASL).

Hawilla, cercado por la investigación del FBI, se declaró culpable el pasado diciembre y aceptó pagar una multa de 150 millones de dólares y colaborar con la justicia a cambio de no ingresar en prisión por crimen organizado, conspiración, fraude, lavado de dinero y obstrucción a la justicia. Sus declaraciones permitieron ir tirando de la madeja de la trama de sobornos ahora destapada.