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Pasión sin fronteras por la bici

Muchos aficionados recorrieron hasta más de mil kilómetros para ver in situ una etapa de la que destacaron su dureza y la gran belleza del entorno

Por la izquierda, Iker Izonroza, Xabier Larrinaga, Dani Seguín, Imanol Larrinaga y Eneko Caballero, en la meta. L. B.

La decimoquinta etapa de la Vuelta a España demostró ayer en su primera llegada a Asturias que la pasión por la bicicleta no entiende de distancias. Entre los miles de aficionados que ayer se agolparon a los lados de la carretera que lleva a Sotres, una gran proporción no escatimó en esfuerzos para recorrer cientos de kilómetros para ver de cerca una de las citas ciclistas más esperadas del año y, ya de paso, disfrutar de una región que en su mayoría describieron como "digna de reconocimiento como Paraíso Natural".

Entre los máximos exponentes de esta pasión, "inexplicable" según muchos, estuvieron un grupo llegado nada menos que de la ciudad andaluza de Jerez. José María Sánchez, Amador Prieto, Jaime Toro, Manuel Carrizo, Daniel Naranjo y Francisco Costio llegaron a la región tras recorrer unos mil kilómetros por invitación de su amigo Juan Luis Tenorio para disfrutar de seis días de diversión vinculada a las pedaladas. Parada obligada hicieron estos días para descubrir Los Lagos y La Farrapona y ser testigos de excepción de la primera llegada de la Vuelta a Sotres. "Es un pelín dura esta subida", coincidían en declarar con guasa estos cicloturistas, que no escatimaron en elogios para Asturias. "Hemos comprobado que lo de Paraíso Natural está más que merecido", indicó Carrizo, para luego destacar con humor verde la rica y variada comida de la región. "El cachopo nos gusta, pero somos más de bivalvos", comentaba uno de los aficionados antes de que todos entonaran juntos su grito de guerra: "¡Esto va a ser duro!"

No menos mérito ni entrega tiene el esfuerzo realizado el matrimonio de colombianos afincados en Palencia que forman Ancizar Rojas y Mileny Vargas, que llevan unos días acompañando la Vuelta en distintas etapas con más de 1.000 kilómetros a las espaldas con el único objetivo de animar a sus ciclistas favoritos. "Somos unos grandes aficionados y vamos con Nairo y Chaves a muerte", declaran estos incondicionales que ven en esta prueba deportiva "una oportunidad de hacer patria tras siete años viviendo en España", al mismo tiempo que se muestran entusiasmados por el potencial de Asturias como destino turístico. "No lo conocíamos y estamos fascinados con su buena comida y su riqueza natural", apunta la pareja.

También hubo quién aprovechó para hacer un desplazamiento de pareja algo diferente. Se trata de Marta Ezquerra y Hugo Alonso, una pareja de jóvenes zaragozanos que querían conocer Asturias y unido al interés por el ciclismo de Alonso vieron en esta etapa una oportunidad única de vivir una escapada perfecta. "Este paraje es precioso, aunque los corredores igual no lo disfrutan porque la subida parece durísima", explico el joven que llevó consigo una gran bandera con el escudo del Zaragoza para dejar claros sus orígenes.

Sonrisas de oreja a oreja presentaban también a escasos metros de la meta el grupo de vascos compuesto por los jóvenes Iker Izonroza, Xabier Larrinaga, Dani Seguín, Imanol Larrinaga y Eneko Caballero. Estos mostraron su pesar por no poder animar al desaparecido equipo Euskaltel, pero mostraron desde el primer momento su disposición a apostar por una victoria española. "Vamos con Purito", declararon de manera unánime como si de pitonisos se tratara.

En lo que se respecta a su opinión sobre el Principado, recordaron que ya son muchas las visitas que hicieron por estas tierras tanto para disfrutar del ciclismo como de las vacaciones y dejaron claro que su objetivo no era únicamente disfrutar de las bicis. "Como Bilbao es la ciudad en la que menos se liga, venimos aquí a ver si alguna está más receptiva", comentaron entre carcajadas para a continuación dejar claro su amor por la región, pero su rechazo a sus autoridades. "Si duda esto es un paraíso, pero este año nos vamos para casa con un puñal en la espalda que va a costar sacarse", apostillaron respecto a la multa que se les fue impuesta por acampar en una zona que no estaba permitida la jornada previa. "Hay que levantar la mano un poco", sugirieron.

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