Puede que llegue el momento en el que no sea necesario que exista el "Día Internacional del niño con cáncer". Puede que, por el camino, se consigan reducir los 1.100 casos que, cada año, se detectan en España. Mientras tanto, sólo queda aprovechar cada 15 de febrero para recordar que hay motivos suficientes para vencer a esta enfermedad. Y entre ellos, también el fútbol puede sumar. Sporting y Oviedo se unieron ayer para apoyar a los pequeños ingresados en la unidad de oncología infantil del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Un acto en el que la única rivalidad era la de contribuir a ganar el partido más importante, el de la vida.

"Sé lo que es. Sé lo que sólo una sonrisa puede convertirse en una inyección de moral". Quini ya protagonizó su particular lucha contra el cáncer. El Brujo encabezó la presencia rojiblanca en las habitaciones de los niños ingresados en el HUCA, reforzada por Nacho Cases, Halilovic, Álex Barrera y Álex Menéndez. Ellos fueron los encargados de rematar un partido iniciado por la expedición del Oviedo, los primeros en sorprender a los pequeños. El conjunto azul acudió liderado por su capitán, otro que sabe de qué va la cosa. Diego Cervero, licenciado en Medicina, contó con el apoyo de Susaeta, Toché y Dani Bautista para trasladar toda la pasión que cada domingo exponen en el campo ambos equipos.

José Fernández Díaz, director de atención Sanitaria y salud pública del HUCA, y Corsino Díaz, jefe de servicio de la unidad de cuidados intensivos pediátrica, fueron los encargados de guiar a los visitantes. Un encuentro promovido por la Fundación Galbán, que acudió representada a través de Julio Linares, y colectivo a quien muchas familias asturianas le deben su permanente ayuda a los niños con cáncer. Las habitaciones de Henar, Iván, Jorge y Denis, cuatro de los críos que esperaban a aquellos que tantas veces han visto por televisión, tardaron poco en llenarse de regalos rojiblancos y azules. Colores para iluminar el rostro de unos pequeños agradecidos a cada gesto del mejor derbi, el capaz de ayudar a vencer al cáncer.

Suerte al eterno rival

La puerta de acceso al HUCA se convirtió, sin buscarlo, en lugar de reunión de Sporting y Oviedo. Los azules abandonaban el centro hospitalario en el momento en el que accedían los rojiblancos. Quini y Cervero rompieron el hielo. Apretón de manos y abrazo incluido. El resto, tomaron ejemplo. "Que tengáis mucha suerte esta temporada", comentó el Brujo. El capitán de los carbayones devolvió el deseo. "Antes de marchar hay que posar como si fuéramos un equipo", propuso Quini. "Alguno de aquí igual quiere venirse con nosotros el año que viene", replicó Cervero.