El Barcelona recibe al Borussia Mönchengladbach, en un partido intrascendente para ambos equipos y en el que los azulgranas intentarán recuperar sus mejores sensaciones. El Barça llega en un momento anímico complicado después de que el gol de Sergio Ramos en el minuto 90 de le arrebatará dos puntos en el Clásico.

En 14 jornadas de Liga, el Barça ya ha perdido 9 puntos en casa, más que en las dos anteriores temporadas con Luis Enrique en el banquillo. "Las victorias son la solución a todos los males", reconoció ayer el técnico asturiano, que añadió: Como motivación máxima no existe, vamos a disfrutar de un partido de Champions ante nuestra afición contra un rival que tampoco se juega nada y pensará en hacer un buen partido".

Luis Enrique podría cambiar el sistema y utilizar jugadores poco habituales, así como dar descanso a otros en un intento de "mimar" a sus jugadores, si bien confirmó que Messi jugará y "de inicio". El entrenador azulgrana cree que la afición está con el equipo. "No conviene exagerar cuando encadenas 3 o 4 resultados brillantes, ni cuando encadenas unos partidos sin ganar".

El gijonés asegura que espera hoy una victoria para reforzar la moral de sus jugadores: "Por mí ganar me importa tres pares de narices en el sentido que no cambia nada del plan general. A nivel moral y por la nube que se cierne sobre el equipo sería importante ganar, pero hay objetivos prioritarios en cuanto a arriesgar jugadores o no", se sinceró.

Insistió en que los resultados no tienen nada que ver con la actitud de sus jugadores. "Te puede salir mejor o peor, pero es peligroso buscar palabras puntuales como la actitud porque no llevan a ningún lado. Jamás he visto falta de actitud en mis jugadores. Lo que calma todo son los resultados, incluso teniéndolos hay críticas y es algo normal en este cargo", aceptó.