El Atlético de Madrid encarriló su pase a las semifinales de Copa tras superar al Eibar gracias a un fenomenal porcentaje de acierto en ataque: tres goles en otras tantas ocasiones.

La presión inicial del Eibar anuló al Atlético. La primera ocasión sería guipuzcoana con un disparo lejano de Bebé que despejó a saque de esquina Moyá. Luego llegó un gol anulado al Atlético por fuera de juego al montenegrino Savic y de seguoido una salida en falso, horrorosa, de Yoel a una falta bombeada de Koke desde el medio la tocó el uruguayo Giménez y la culminó Griezmann en el 1-0.

Sin más el Atlético tomó ventaja antes de la media hora y con ella se marchó al descanso. No se vería nada más hasta cumplirse la hora de partido, cuando Correa aprovechaba un rechace para hacer el 2-0 antes de dejar su puesto a un Gameiro que sólo necesitó cinco minutos sobre el césped para firmar el tercero (llevaba ocho partidos sin marcar) rematando de cabeza en el segundo palo un balón que prolongó primero Giménez y después Griezmann, ambos también de cabeza.