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Al Palo

Los señalados

En las últimas batallas el Madrid acabó con la enfermería llena hasta la última litera. Primero fueron los heridos físicos, que, más o menos, van mejorando a base de atención médica, agua milagrosa, viejos ungüentos o baño y masaje, que dicen los "clásicos contemporáneos". Peor solución tienen los que sufren lesiones psicológicas. Son a los que al acabar el partido de turno les llaman "los señalados". La expresión en sí ya es todo un dolor. Es como aquello que contaba Gila de los porteros. Era tal el trance que al final quedaba señalada hasta la familia: "Ahí va la madre del portero ese?", decía el monólogo del célebre humorista.

En estos últimos días fueron señalados un par de jugadores como mínimo, y estas cosas en el Bernabéu, con público de ópera, son complicadas de curar. Ahora bien, en la ópera, como en todo en esta vida que exige resultados al instante, el dedo acusador rápido cambia en cuanto el tenor dé el do de pecho. En fútbol eso mismo se traduce en un golazo, un buen corte defensivo y hasta una carrera inútil pero "tribunera". Cuando todo esto sucede ya nadie se acuerda del "señalado", ni de si el equipo jugaba mal o de si el entrenador tiene un botánico (jardín) acoplado a su trasero.

Algo similar pasa cuando se juegan y se ganan o pierden ciertos torneos. La Copa es ahora mismo un trofeo menor para el Madrid, y el Mundialito uno muy grande, enorme. Hay que decir que estos casos de honores o deshonores los manejan mejor "los guays". Para ellos todo es una maravilla, incluido cuando palman. Siempre encuentran (o les encuentran) algo bueno. En el caso merengue es todo un drama, casi más grande (el drama) ganando: "Vaya desastre de fútbol, todo al contraataque, marcaron en el tiempo extra?". Cuando pierde, la cuestión da para semanas de debate. De hecho, cuando perdió el primero después de "los 40 invicto" hasta dejó de ser el equipo más rico del mundo. Eso se publicó al día siguiente. Ahora bien, no le va mal al equipo de Concha Espina con todas estas dramatizaciones. Es una táctica: queda agazapado a la espera de asomar la cabeza y dar la estocada, que diría Félix Rodríguez de la Fuente.

Por lo que dejemos este "Al Palo" en jornada de reflexión, de transición y de punto de inflexión. Y para ello nada mejor que incluir en el CD de "Al Palo" (en la calle en próximas fechas) una pieza de Kiko Veneno en la voz de Camarón, "Volando voy, volando vengo? por el camino yo me entretengo?".

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