Pumarín pudo al fin disfrutar de una tarde de baloncesto sin demasiados sobresaltos. El Unión Financiera tuvo siempre controlado el partido ante el Tau Castelló y, salvo algún bajón esporádico, los aficionados vivieron un buen espectáculo sin la tensión que se venía sufriendo en anteriores encuentros. Sin ir más lejos en el último que habían jugado en casa, en el que cayeron por 104-107 ante el Breogán tras dos prórrogas.

El equipo comenzó el encuentro muy concentrado en defensa, sin permitir penetraciones fáciles a un rival que a pesar de la derrota tuvo mucho acierto ofensivo, a veces con canastas de mucho mérito. Pero siempre dio la sensación de que solo iba a ser necesario que el los ovetenses metieran una marcha más en ataque para que la diferencia se fuera incrementando. Y así fue que, tras el empate a 11 que registraba el marcador tras 5:25 minutos disputados, un parcial de 11-2 puso ya una primera ventaja considerable (22-13). Un par de despistes, incluida una pérdida en su propio campo de Fabio Santana, volvieron a apretar el electrónico al final del primer parcial (22-18).

La calma seguía reinando y además en el Unión Financiera un tal Eduardo Hernández-Sonseca iba a destapar el tarro de las esencias para deleite del público y para poner la tranquilidad en el lado local. Primero fue Santana el que nada más comenzar el segundo parcial quiso disculpar su error anterior y lo hizo anotando un triple y una canasta espectacular tras un contragolpe, una acción sólo al alcance de jugadores de un talento tan enorme como el que tiene el canario. Rápido se le unieron el propio Hernández-Sonseca y Miquel Salvó para ir aumentando la renta hasta los once puntos (34-23 a 5:02 del descanso). Reaccionó el Tau Castelló, que endosó un 0-10 al Unión Financiera que puso el partido en un pañuelo (34-33 a 2:57 del final). De nuevo llegó Hernández-Sonseca, esta vez junto al base Dani Pérez, para irse a los vestuarios con una ventaja de 10 puntos (47-57).

Jesperson no quiso esperar mucho más para resolver y nada más salir del vestuario se puso a meter triples como si el partido se fuera a acabar ya. Tres del estadounidense y una canasta de Felipe Dos Anjos elevaron la ventaja a los 18 puntos (58-40 a 6.50 para terminar el tercer cuarto), la máxima que hubo en todo el partido. El resto del cuarto y del partido fueron un intento infructuoso del Tau Castelló por regresar a un choque que se les había escapado gracias al buen trabajo del cuadro ovetense.

Tanto fue así que el último parcial, que los ovetenses comenzaron con una renta de 16 puntos (73-57) fue un correcalles en el que el conjunto local bajó mucho el pistón en defensa. Un cuarto que también sirvió para que el público local pudiera disfrutar de un pívot como Hernández-Sonseca anotando tres triples y dando una asistencia por la espalda a Carlos Martínez que levantó a todo el público de sus butacas. El madrileño tuvo ayer su tarde y, con 28, fue el más valorado del partido.

Pero lo mejor fue que la buena actuación de Hernández-Sonseca estuvo acompañada. Llama mucho la atención lo de Miquel Salvó. El joven catalán está de vuelta tras superar sus problemas de espalda y lo hizo demostrando de nuevo que es capaz de hacer de todo y de hacerlo bien: postear, tirar triples o dar asistencias. Y, sobre todo, de dejarse la piel en defensa por un Unión Financiera que sigue segundo de la LEB Oro a una victoria del Gipuzkoa. El próximo rival. El próximo reto.