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De cañas con...

"El Esva necesita el apoyo de la Administración"

"La sequía seguro que ha influido en el escaso número de salmones que han remontado esta temporada"

Gil Ramón Rico Gómez.

Nos desplazamos al occidente astur para analizar la situación del Esva y para charlar con el presidente de la sociedad de pescadores local, La Socala del Esva. Gil Ramón Rico empezó a pescar, de la mano de su padre, con tan solo catorce años. Gran aficionado a la trucha, ha sido presidente durante veintidós años de La Socala. Su primer mandato se prolongó durante doce temporadas y tras un obligado paréntesis porque así lo establecen los estatutos de la asociación, volvió a coger el cargo hace ahora diez años.

Gil Ramón reconoce que es una labor y un trabajo que desgasta, en muchas ocasiones ingrato, pero su afán por recuperar las poblaciones de truchas, reos y salmones en el río Esva le hace seguir al pie del cañón y no cejar en su empeño.Reivindica una mayor implicación de la Administración para recobrar la riqueza de un río que llegó a dar más de ochocientos salmones en una sola temporada, y que actualmente está muy lejos de su verdadero potencial.

-¿Me puede hacer un balance de las dos últimas temporadas en el Esva?

-Han sido nefastas, ahí están las cifras, pero no hay que alarmarse, siempre hubo temporadas malas en este río, varias de no llegar a los veinte ejemplares. En 2010, por ejemplo, se precintaron solo cuatro salmones, y en 2009, doce. Sería interesante saber si esas temporadas también coincidieron con períodos de sequía. Este año ha tenido mucho que ver la ausencia de lluvias y la sequía que estamos padeciendo. De hecho, la presente campaña está siendo muy mala en todos los ríos de Asturias.

-¿Estamos tocando fondo en el Esva?

-Yo creo que no. Insisto que la sequía este año fue aún peor que en pasadas temporadas y seguro que ha influido en el escaso número de salmones que han remontado. El Esva es un río de corto recorrido que depende mucho de la lluvia. Sube rápido, pero también disminuye su caudal a buen ritmo, por lo que es más sensible en períodos de sequía. Los salmones sin agua, no suben, se quedan por la parte baja, en Piedra Blanca y en el vedado de El Benito.

-¿Es la sequía, entonces, la causante de las pobres cifras de esta temporada?

-Creo que si. Hasta la semana pasada, que llovió algo, estábamos en niveles habituales de final de verano. Hace años nevaba mucho más y el río se mantenía estable gran parte de la temporada, lo que favorecía, sin duda, que entrasen salmones. Ahora tenemos falta de agua hasta noviembre o diciembre. El cambio climático nos afecta a todos los niveles, y los salmones son un claro ejemplo de ello.

-¿Son ciertos los rumores que dicen que la desembocadura del río queda en seco y por eso no suben los salmones?

-La desembocadura del Esva, en la playa de la Cueva, está igual que estaba hace años. Si cuando había salmones subían sin problema, esa no debería ser la excusa. En 1986 se pescaron 805 ejemplares y estaba igual que ahora. Recuerdo que aquella temporada el coto de Piedra Blanca dio el cupo de tres salmones durante 31 días seguidos, algo impensable actualmente.

-¿Puede desaparecer el salmón del Esva?

-No, en absoluto, la situación es mala pero no tanto como se piensa. Ahora el grueso de salmones entra cuando está la temporada cerrada, cada vez llegan más tarde. Además se están viendo muchos alevines de segundo año, ya que tienen 18-20 cm., lo que se puede traducir en un buen retorno dentro de cuatro temporadas. Sería interesante también analizar y estudiar qué está pasando en alta mar, donde las redes de los barcos industriales seguramente acaben con muchos salmones de los ríos de Asturias.

-¿Qué podemos hacer los pescadores para revertir la situación actual?

-Los pescadores no somos los causantes de la actual situación, parece que la culpa la tiene la caña y no es cierto. Es necesario hacer repoblaciones masivas, aumentar el número de alevines soltados al río, especialmente aquellos años en que el desove natural no haya sido bueno. Para ello, lógicamente, necesitaríamos el apoyo de la Administración.

-¿Actualmente La Socala repuebla con salmón y trucha?

-Solo con trucha. Repoblamos con salmón hace años, teníamos más de cien ejemplares de ciclo cerrado, pero nos prohibieron desde la Administración seguir utilizándolos, argumentando que no era efectivo. La pasada temporada no se capturó ningún reproductor en el capturadero de Casielles, pero las dos anteriores soltamos aproximadamente 35.000 alevines de salmón en cada una. De trucha venimos repoblando los ríos de la zona con unos 40.000 alevines anuales.

-¿Realizan el proceso de desove artificial en sus instalaciones?

-Con la trucha si, pero con el salmón los reproductores conseguidos se mandan a la estación de alevinaje de Las Mestas del Narcea, en Pravia; a nosotros nos dan los alevines ya eclosionados y, cuando han alcanzado el tamaño adecuado, nos encargamos de soltarlos en el río

-¿Esas cifras de alevines son suficientes para el Esva?

-En absoluto, necesitamos un mayor número de alevines. Además, creo que sería muy interesante recuperar el ciclo cerrado de salmón, nacerían aquí y eso es muy importante. Tendríamos las hembras en nuestro centro de alevinaje de La Plata, en Pontigón, en aguas del río Llorín, y solo habría que conseguir los machos para fecundar las huevas.

-¿Háblenos sobre la población de trucha en el Esva?

-El bajón ha sido impresionante, todos los pescadores y aficionados dicen lo mismo. Influyen varios aspectos en el descenso. Uno de ellos es que la cuenca del Esva está llena de árboles, hay zonas donde no entra el sol en todo el día. Es necesario hacer una poda selectiva, llevamos tiempo solicitándolo a la Administración, nosotros no tenemos recursos para hacerlo. Muchos árboles caen al agua con los temporales, erosionan y estropean las orillas, afectando a los invertebrados que sirven de alimento a truchas y alevines de salmón. Ahora casi no hay gusarapas ni marabayos, estamos acabando con el río. Antes las riadas se encargaban de limpiar toda esa maleza.

-¿Debería mostrar la Administración más interés por la situación del Esva?

-Por supuesto, nos tienen totalmente abandonados. Desde La Socala pedimos ayuda en todos los Consejos de Pesca a los que acudimos, pero es como predicar en el desierto. Tenemos que sobrevivir con las cuotas de los socios, y así es muy complicado. Pero vamos a seguir insistiendo.

-¿Qué opina sobre la normativa?

-Es mejorable. Hay muchas restricciones, parece que están empeñados en culpar al pescador de la actual situación y no es así. Los cormoranes hacen muchísimo daño y no se hace nada para evitarlo, hay zonas donde se ve un elevado número de ejemplares, no es normal. En Alemania y Francia se están eliminando miles de individuos, y aquí campan a sus anchas. En cuanto a los cupos, desde la asociación solicitamos aumentar el de salmón a seis por año, aunque cuatro nos parece bien; con el de trucha no estamos de acuerdo, preferíamos mantener ocho truchas por pescador.

-¿Es partidario de la pesca sin muerte?

-No si es por obligación. El que quiera practicarla que lo haga. Yo respeto a quienes devuelvan sus peces al agua, pero pido ese mismo respeto para los que, dentro de la legalidad, preferimos llevar nuestras capturas a casa.

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