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Segunda División | El partidazo de Asturias

Los futbolistas del último derbi en Oviedo: "Este partido lo cambia todo"

Los asturianos Pablo Díaz y Pablo Álvarez, jugadores hoy del Madalena Morcín y del Llanera, hablan del último choque en el Tartiere, en el que fueron titulares

Vuelta al Tartiere 14 años después

Vuelta al Tartiere 14 años después

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Vuelta al Tartiere 14 años después Antonio Lorca

Pablo Díaz y Pablo Álvarez tenían todo el futuro por delante cuando se vieron las caras en el Carlos Tartiere el 18 de mayo de 2003. Ya han pasado casi quince años desde aquel partido, el último derbi en el feudo azul,y ahora, sin nada que demostrar, siguen disfrutando del fútbol. Lo hacen en Asturias, en el fútbol regional, donde saltan al campo cada domingo con la misma ilusión que cuando eran profesionales. Y es que les cuesta ver sus vidas sin ir a entrenar, sin jugar cada fin de semana, sin compartir con un grupo de compañeros un vestuario que, más arriba o más abajo, siempre lucha unido por un objetivo común: ganar el próximo partido. Pablo Díaz, en Preferente, con el Madalena Morcín, y Pablo Álvarez, en Tercera, con el Llanera. La NUEVA ESPAÑA los ha vuelto a reunir en el Tartiere, donde entonces fueron titulares y protagonistas en un choque que los azules ganaron 2-1 los azules. "En un partido así no hace falta motivarse, es lo máximo", dicen.

- Todavía en activo. ¿Qué les motiva para seguir?

- Pablo Alvarez (P. A.): Ahora ya es un poco por seguir jugando al fútbol, más por el deporte que por una profesión. En la época del derbi estábamos empezando nuestras carreras, haciéndonos un futuro, y los siguientes años viviendo la profesión".

- Pablo Díaz (P. D.): A mí me sigue gustando ir a entrenar y, como le decía a Pablo, no me veo jugando al fútbol sala, ni en peñas ni con los amigos. Me gusta competir y en Morcín estoy a gusto.

- P. Á.: Es lo que me gusta, a mí el ambiente de vestuario siempre me ha gustado. Voy a entrenar, llega el domingo y si no tengo un partido de fútbol me falta algo.

- P. D.: Yo pienso en el día de mañana, el día que lo deje, acostumbrado a comer pasta y arroz los domingos. Pero todo llega. Eso tenemos que asumirlo.

- En el último derbi disputado en el Tartiere los dos fueron titulares y protagonistas. Después del segundo gol del Oviedo se cayó una valla. ¿Qué imagen tienen de ese momento?

- P. D.: Centro desde la izquierda, con la zurda, Oli mete el gol de cabeza en el segundo palo, salta la valla y va a celebrar con la afición, fueron todos los aficionados a cogerle y a abrazarle. La valla cedió por la parte de abajo entera.

- P. Á.: Yo estaba en el túnel de vestuario. No me acuerdo de lo de la valla.

- ¿Cómo ha cambiado el fútbol desde ese partido?

- P. Á.: Está todo más profesionalizado, los jugadores son físicamente y técnicamente mejores. Los entrenadores también, están más formados. Si te pones a ver el derbi de ahora, no tiene mucho que ver. Hay un perfil de jugadores diferentes. Antes, Pablo y yo, que jugábamos por banda, siempre teníamos al típico lateral pequeño, trabado, pegajoso; todos los equipos tenían algún lateral así. Ahora todos los laterales se incorporan, te hacen daño, son peligrosos ofensivamente. Nosotros teníamos a un jugador en el Sporting, Igor Ta?evski, muy buen defensor, pero que llegaba a la línea del medio de campo y como si hubiera un barranco.

- P. D.: Estoy de acuerdo con Pablo, pero ya desde la base. Me acuerdo que de crío jugaba en un montón de campos de arena. Ahora ves a los críos en fútbol-7, sintético, todo perfecto. Hay mejores entrenamientos y mucho más nivel que hace quince años.

- P. Á.: Lo que sí es verdad es que nosotros no aprendíamos entrenando. Una parte sí, pero la otra la aprendíamos jugando en la pista, en el cole, estabas todo el día en la calle con el balón.

- P. D: Ahora no ves a los críos jugando en la calle. Es muy raro.

- P. Á.: Cambió la personalidad de los jugadores. Tengo amistad con jugadores del Deportivo de la Coruña y me dicen que cambió el vestuario, que ahora la gente va muy a su rollo, con el teléfono, con las redes sociales. Antes había veteranos que unían un poco más al grupo.

- P. D.: Ibas a comer después de entrenar, a tomar algo. Ahora acaba el partido y todo el mundo está con el móvil, con Instagram. Es lo que decía de los críos, que les tengo que llamar la atención porque estoy hablando y ellos están con el móvil.

- ¿Echan de menos más asturianos en el derbi?

- P. D.: La afición lo vive igual. Sí que le gustaría ver más gente de aquí porque te identificas más. Yo me acuerdo que estaban Paredes, Jaime, Amieva, Oli, estaba yo, más de medio equipo éramos asturianos.

- P. Á.: A mí también me gustaría que el Sporting se basara en Mareo y, además, me parece que es el único camino que tiene. Tenemos que intentar que los mejores asturianos estén en el Sporting y quieran estar en el Sporting. Al final la historia te dice que los mejores equipos del Sporting han sido con gente de la casa, comprometida. Tal y como yo veo el fútbol, el compromiso es más importante que la calidad. Lo demuestra el último equipo con el que ascendió el Sporting.

- ¿Qué les viene a la cabeza cuando piensan en ese partido?

- P. Á.: Los derbis anteriores no habíamos perdido. Habíamos ganado un par de ellos, el último en el Tartiere, y el partido empezó bien. Además, yo estaba haciendo un buen año. En ese partido me hicieron un penalti, pero era un jugador inexperto y cometí un error que al final lo pagó mi equipo. Siempre me acordaré porque el último derbi que jugué y el último que se jugó y que se había jugado hasta esta temporada lo perdimos por mi culpa. Eso es así, de todo se aprende, y hay que saber reconocer los errores. Tienes que aprender de las cosas que haces mal. Ahora soy entrenador e intento enseñarles esas cosas a mis jugadores, que aprendan de esas situaciones. Fue una jugada por banda, que llegué forzado a la línea de fondo y el defensa del Oviedo (Paredes) me pegó una patada fuera del campo. Me revolví, me encaré con él, de esto que te pones frente con frente, y él se tiró al suelo, hizo como que le había pegado. Por mi parte fue estúpido y perjudiqué a mi equipo. Es una acción muy de derbi, estás más alterado.

- P. D.: El gol de la victoria fue tras un córner. Despejó la defensa del Sporting, llegué como extremo izquierda, centré y Oli, en el segundo palo, la metió de cabeza. Fue un año muy difícil, una temporada desastrosa para nosotros, pero por lo menos aquel día tuvimos esa alegría. Ya el año anterior, aunque quedamos mucho mejor clasificados, fue complicado por temas económicos. El club estaba muy inestable, era un desastre todo, y ese año echaron a Quique Marigil, luego estuvo Rivas, que era el que estaba en ese partido de entrenador, y aunque ganamos ese día se olía ya que aquello se iba al garete.

- P. Á.: Tampoco fue un buen año para nosotros, no conseguíamos estar cerca de los tres primeros, que era el objetivo. Pero esos partidos son importantes, te dejan buen sabor de boca para mucho tiempo si los ganas.

- ¿Qué importancia le dan a este partido?

- P. D.: Te cambia por cómo se vive en el ambiente. Es verdad que son tres puntos más, pero es un partido especial, marcado en el calendario desde principio de temporada. A todo el mundo le gusta ganarlo, lógicamente. Sí que es verdad que durante la semana se vive un ambiente especial en las dos ciudades en el sentido de que es el derbi y quieres ganarlo sí o sí. Lo que sí veo es que da igual como estén los equipos. Hay derbis en los que un equipo llega muy bien, otro muy mal y gana el que llega mal. En este parece que llega mejor el Oviedo, pero no tiene nada que ver. Puede pasar cualquier cosa. Es un partido imprevisible.

- P. A.: Yo creo son mucho más que tres puntos. Lo miras ahora y las sensaciones son que el Oviedo está muy bien. Desde Oviedo se piensa que van a subir, y el Sporting está ahí un poco peor. Pero el lunes a lo mejor ya no tienen nada que ver las sensaciones y da la sensación que cambió todo. El ambiente hace mucho, y más en esta categoría que está todo tan igualado y que al final va todo por rachas. Cualquier equipo puede ganar cuatro partidos seguidos.

P. D.: Es una categoría complicada.

- ¿Cómo ven a sus equipos ahora?

- P. D.: Al Oviedo lo veo que hace un par de meses parecía que no arrancaba. Ahora lleva ocho partidos sin perder, que en Segunda es muy difícil. Lo ideal sería llegar a los cinco últimos partidos con opciones de ascenso directo, o como mínimo de meterse en play-off. Ese tiene que ser el objetivo, el Oviedo tiene que estar ahí arriba. Parece que Anquela ha encontrado su once ideal y esperemos que la mantenga hasta el final.

- P. Á.: "El Sporting creo que tiene muy buenos jugadores, pero le está costando conseguir una identidad de juego, como el Oviedo la tiene ahora, pero creo que está a tiempo de conseguir esa regularidad y creo que va a tener opciones de subir hasta el final.

- ¿El Sporting parece tener mejor plantilla que resultados esta teniendo, ¿no?

- P. Á.:A veces te vale más tenerla un poco más corta, o no tan buena o tan larga, con tantos recursos. A veces vale más tener a 23 jugadores y que todos empujen y estén enchufados.

- P. D.: "Al Sporting lo veo con muy buenas individualidades pero que les falta saber a qué juegan. Veo chispazos de Carmona o de Santos.

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