Roberto Ardura sigue al frente de un Caudal sumido en plena crisis deportiva y en un proceso electoral cuyo plazo de presentación de candidaturas acaba de expirar huérfano. El mierense mantiene su decisión de no presentarse a la reelección y no oculta que "el Caudal puede llegar a desaparecer".
- Cada semana queda menos para que acabe esta temporada tan complicada.
-La verdad es que tenemos unas ganas locas de que llegue el 13 de mayo y que termine la Liga porque esto es una agonía interminable.
- La campaña en el apartado deportivo es complicada, pero lo es más en lo extradeportivo porque acaba de finalizar el plazo para presentar candidaturas a la presidencia del club y no ha habido candidatura alguna.
-Te da pena que un club como el Caudal con la historia que tiene y que además, como siempre he recalcado, tiene un gran presente pese a que esta temporada está siendo para olvidar. Y además el Caudal tiene un gran futuro. Espero que algún mierense dé el paso y quiera presidir el club porque ser presidente del equipo de tu pueblo es algo muy guapo.
- ¿Qué pasaría si ahora en este segundo proceso electoral no hubiera candidatura alguna?
-Hay dos opciones. Por un lado, formar una junta gestora que rija el club o bien hablar con el Ayuntamiento para que sea el que lo gestione, pero este es un tema que nos pilla a todos un poco en fuera de juego porque nunca ha sucedido según los actuales estatutos. Habría que estudiar todo junto al abogado del club y hacer lo que digan los estatutos. Eso sí, todo hace indicar que si no hay candidatos o se forma una junta gestora o el Caudal podría llegar a desaparecer.
- ¿Dada esta delicada situación podría reconsiderar su postura de no presentarse a la reelección como presidente del Caudal?
-Va a ser muy difícil porque la junta directiva está agotada. No sé cómo definir nuestro estado de ánimo, pero no nos sentimos valorados. Creo que ha sido un trabajo de ocho años muy duro con mucha dedicación y en el que por trabajo no se nos puede reprochar nada. Creo que los resultados tanto económicos como deportivos están para ver y parece que conseguir medios económicos, aumentar el presupuesto para hacer los mejores equipos para el Caudal parece que es culpa nuestra y un delito.
- ¿Cuál ha sido el error para que en el año del centenario el equipo haya acabado descendiendo a Tercera a falta de cinco jornadas para el final?
-Lo hemos sopesado mucho y creo que tratamos de hacer lo mejor para el Caudal. Desde el primer día planificamos con una gran ilusión y creo que trajimos a un grandísimo entrenador como es Paco, al que le encomendamos, junto a su segundo, la confección de la plantilla. Un plantel que, a priori, parecía competitivo pero durante la primera vuelta se demostró que no lo era tanto ante lo que se trajo otro técnico (Josu Uribe) al que consideramos el mejor. Sólo hay que ver su currículo en la categoría, pero es que además llegaron diez jugadores, pero vimos que no se dio con la tecla para salvarnos porque los números son los que son. Sólo nos queda pedir perdón a la afición, pero siendo responsables no creo que seamos los culpables de esta situación.
- ¿Da pena ver que con el mayor presupuesto de la historia del club se haya llegado a esta situación?
-No es un presupuesto tan alto como se dice, pero sí que es cierto que es una decepción porque se hizo con una gran ilusión y mucho esfuerzo. Creo que la directiva siempre trató de trabajar para intentar salvar al equipo como en el mercado invernal cuando, a petición del cuerpo técnico, se hizo una gran inversión para tratar de cambiar la dinámica, pero pese a este trabajo los resultados no llegaron. Claro que da pena ver que todo el esfuerzo hecho por el club no sirvió para nada.
- Ante esta situación de vacío de poder, ¿siguen trabajando en el apartado deportivo?
-El fútbol no para. El club tiene que seguir trabajando pensando en la temporada que viene. De ahí que convoquemos las elecciones lo más rápido posible para que la directiva entrante tenga tiempo suficiente, pero nosotros estamos trabajando aunque condicionados pues no podemos hacer ninguna contratación.
