Cuando el reto de la vida es luchar contra la leucemia, cualquier otro acaba siendo posible. Con esa filosofía, el illense Iván González, que sufre la enfermedad, se presentó en la "GAES Titan Desert", una carrera ciclista de 619 kilómetros por el desierto del Sahara. No es el primer asturiano que la corre y termina, pero la hazaña, ya de por sí destacable, gana todavía más enteros si se tiene en cuenta que Iván González nunca había corrido una carrera ciclista. "Llevaba un mes subido a la bicicleta. Ya no es solo a nivel físico, es lo que conlleva la bici, la mecánica, la técnica, todo era nuevo para mí. Fui toreando la situación en las seis etapas y la acabé. No puedo estar más satisfecho", afirma el asturiano.

Fue su enfermedad la que le cruzó en el camino del deporte. "Tengo una leucemia crónica, no tiene cura, pero de momento está estable. Mientras siga así, voy a seguir pensando retos. Me la detectaron en 2014 y fue lo que me hizo lanzarme hacia el deporte. Antes era una persona totalmente sedentaria, que pesaba 95 kilos y fumaba dos paquetes de tabaco", recuerda. "No sé si podré repetir la Titan, pero me gustaría porque aprendí mucho y sé cómo corregir errores", añade.

Terminó entre los 30 primeros de su categoría. "Se me dio mucho mejor de lo que esperaba, estoy asombrado", sentencia González. Confiesa que fue una carrera dura, tanto física como mentalmente. El deportista explica que las dos primeras etapas, más de montaña, son lo más parecido a lo que se había encontrado entrenando en Asturias, pero a partir de ahí la arena del desierto es otro mundo. "Había zonas muy complicadas, en las que era imposible quedarte en la bici, pero lo peor eran las partes llanas. Rodabas kilómetros y kilómetros, y no veías que el final se acercara. Era como si no te movieras", recuerda el illense.

Iván González afirma que se sintió muy bien en la carrera. "En ningún momento dudé que terminaría, pero lo difícil fue llegar allí, poder correrla", sentencia. Por eso dice que está muy agradecido a las marcas que le apoyaron y a la beca GAES que le permitió vivir la experiencia: "El día que llegué a Marruecos sentí que lo más difícil estaba hecho".

Más allá del reto personal, lo que busca Iván González es recaudar fondos para la fundación "Josep Carreras" de lucha contra la leucemia, con la que ya colaboró con otra de sus proezas, la de recorrer mil kilómetros por España corriendo y en bicicleta para dar visibilidad a la enfermedad. "No me gusta pedir por pedir, pero tengo que colaborar por mí y por todos los que vendrán detrás. Con la Titan, lo que voy a hacer es montar un documental e intentar distribuirlo. Todo lo que se recaude irá a la fundación", explica el deportista.