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Fútbol

Los campeones de Villafría

Tres adolescentes del barrio ovetense se movilizan para organizar un torneo de fútbol con 60 niños y con vocación de continuidad

Granda, Morales y Delgado, organizadores de la "Villafría Cup", con los trofeos para los primeros clasificados. LNE

Pocas veces un partido de fútbol sala entre amigos pudo tener tanto significado como uno que se disputó el pasado viernes en el barrio ovetense de Villafría. Con un público que animaba sin parar y hasta un cámara que grababa todas las jugadas. Y es que ese "partidillo" era, en realidad, la final de la "Villafría Cup", una competición organizada por tres chavales enamorados del fútbol: Jaime Granda (14 años), Ismael Morales (15) y Javier Delgado (15). Ayudados por las redes sociales y pidiendo ayuda casi de puerta en puerta, los tres movilizaron al barrio para organizar un torneo que reunió a ocho equipos (60 niños) con una condición: todos debían tener en sus filas a un menor de 12 años. Porque el fútbol no entiende de edades.

"Somos amigos y para entretenernos hemos hecho este torneo amistoso, con competición y ganas de pasarlo bien", declaró un ilusionado Morales el día de la final. Granda, con el brazo en cabestrillo por una lesión que se hizo en la misma competición, estaba nervioso por hacer el saque de honor para luego encargarse de todos los asuntos fuera de pista, como informar del resultado desde la cuenta oficial del torneo en Instagram, que la utilizaron para captar a más participantes e "informar a todos los equipos de los marcadores y de cualquier información útil".

Los tres organizadores no se esperaban el éxito de este torneo ni el apoyo de algunas empresas del barrio: "Hemos contado con la colaboración de varias empresas para poder entregar trofeos a los ganadores y premios individuales", aseguró Delgado.

En la final había niños de todas las edades, y es que todos los equipos que se apuntaron estaban obligados, por reglamento, a contar en sus filas con un menor de 12 años y hacerle jugar, al menos, una parte entera, algo alabado sobre todo por uno de los finalistas, Samuel Paredes (13): "Los pequeños tienen también derecho a jugar". De hecho, calentando como uno más y con ganas de ganar la competición estaba Marcos Martínez (10), el jugador más pequeño del torneo y que ha aprovechado estos partidos para mejorar en su sueño por ser futbolista profesional: "Yo juego de portero, pero aquí estoy de jugador para mejorar mi juego de pies". Mientras el pequeño finalista volvía con sus compañeros para acabar el calentamiento, en la grada, estaba el jugador más grande del campeonato, Alexis Rodríguez (17), para apoyar a los tres organizadores, de los que se deshace en elogios: "Han trabajado mucho y lo han hecho muy bien, son amigos y me alegro por ellos".

"Esperamos que esto sea el inicio de algo grande", afirmó Granda, que espera poder seguir organizando este tipo de eventos y que más jóvenes de Oviedo se animen a formar parte de un campeonato diferente.

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