El Sporting tomará hoy la decisión de destituir a Baraja tras la derrota de ayer en el derbi ante el Oviedo y la mala dinámica del equipo, con un solo triunfo en las últimas once jornadas. La directiva del Sporting, decepcionada ayer con la imagen del equipo y reunida ayer de madrugada en el antepalco del Tartiere, decidió a esperar a hoy para analizar fríamente la situación pero, salvo sorpresa mayúscula, Baraja dejará de ser el entrenador del equipo y su puesto lo asumirá José Alberto, técnico del filial, que hoy dirigirá al segundo equipo rojiblanco en su visita al Vitoria, filial del Eibar. Después de ese partido está previsto que se anuncie como nuevo técnico rojiblanco.

Baraja pondrá así fin a su etapa en el Sporting casi un año después de su llegada. La mala racha de resultados, con 8 puntos logrados sobre los últimos 33, ha provocado la caída del técnico. El Pipo tuvo hace quince día una bola extra, tras la derrota en Almería. Entonces, la directiva era partidaria de afrontar ya su destitución y poner a José Alberto, pero Miguel Torrecilla le dio una última oportunidad. El tanto de Carmona el pasado fin de semana ante el Málaga en el descuento, que supuso el empate del Sporting, salvó al técnico en su primera final. Pero esa vida extra Baraja la ha solventado con un punto sobre seis posibles, lo que ha hecho agotar la confianza de la directiva rojiblanca.

"Uno se rinde cuando deja de intentar cosas. Soy una persona en la que mi forma de pensar no es rendirme, no bajo los brazos nunca", comentó ayer al término del partido Baraja. "No hemos estado bien ni hicimos el partido que pensábamos. Pero de ahí a rendirme hay mucha distancia", añadió el Pipo.

Baraja dirigió el año pasado el primer partido del Sporting un 17 de diciembre en El Molinón ante el Tenerife. Su etapa ha durado once meses. "Trato de no calentarme con la situación, pero la realidad es que en el fútbol si no estás bien puedes perder, pero no he sentido vergüenza, ni que mis jugadores se hayan dejado de ir", indicó Baraja.

Incidente con Javier Fernández

Al término del partido, a la salida del palco, un seguidor del Sporting se acercó a Javier Fernández, presidente del conjunto rojiblanco, para recriminarle. Sin embargo la situación no pasó a mayores y ambos acabaron con un apretón de manos.