El entrenador portugués José Mourinho aceptó ayer la sentencia por la que se le condena por fraude fiscal a un año de cárcel -no lo cumplirá porque carece de antecedentes- y al pago de una multa de más de 3 millones de euros, tras aceptar el escrito de acusación de la Fiscalía de Madrid. Según este escrito Mourinho incurrió en dos delitos contra la Hacienda Pública tras suscribir en 2004 un contrato por el que simulaba la cesión de la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Koper Services SA, con domicilio en las Islas Vírgenes Británicas.