Neymar, delantero del PSG, afirmó que estuvo dos días llorando en casa tras la nueva lesión que sufrió en el pie derecho el pasado 23 de enero. "Esta vez tardé más para digerirlo. Me quedé unos dos días en casa, mal, solo lloraba, realmente triste", aseguró el astro brasileño, que sigue de baja.