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"El fenómeno" ya sangra en la UFC: derrota para avanzar

El gijonés Joel Álvarez, que dejó cojeando a su rival, cae por puntos ante Ismagulov en su estreno en la mejor promoción del mundo

La familia de Joel Álvarez animándole en Gijón durante el combate.

Fue el debut soñado y a la vez no. Soñado porque jamás se había imaginado saltar a un octógono ante tantos espectadores y escuchar la archiconocida voz del presentador Bruce Buffer. Y no fue soñado porque no pudo mostrar a "El fenómeno" que lleva dentro. El gijonés Joel Álvarez se estrenó ayer en la Ultimate Fighting Championship (UFC), la más prestigiosa promoción mundial de artes marciales mixtas (MMA), fábrica de mitos como Anderson Silva o Conor McGregor. Se convirtió en el primer español en fichar directamente por la multimillonaria liga norteamericana sin pasar por torneo preliminar. Pero acabó con el sabor agridulce de sumar la segunda derrota en su carrera profesional (lleva quince victorias) tras un combate en Praga ante el ruso Damir Ismagulov en el que nunca se sintió cómodo.

No parecía nervioso Joel en su camino a la jaula, sonando la canción de la película "El Mariachi". Con solemne respeto, saludó al público una vez se introdujo dentro del octógono. Luego llegó Ismagulov, quien ya había debutado en la UFC con victoria. Se saludaron con respeto reverencial al chocar las guantillas. El mismo respeto que invadió los primeros segundos de pelea. De tanteo, nervios por ambas partes. La procesión que Joel Álvarez llevaba por dentro empezó a aflorar. Y se acentuó con el primer golpe recibido, poco antes del minuto de pelea: Ismagulov llevó su puño al labio del asturiano. Y empezó a sangrar en la UFC, donde sangran los campeones.

Dicen quienes les conocen que los nervios no se debieron tanto al nivel del rival -curtido en una cuna del deporte del contacto como es Rusia- sino más bien al ambiente mastodóntico que rodea a un evento de la UFC. Pero el hecho es que Joel, sin retroceder ni ceder el centro de la jaula, no terminaba de entrarle al ruso, que no quería saber nada de arriesgarse a llevar la pelea en el suelo, ante las terribles estadísticas de sumisiones del gijonés. El ruso, muy nervioso al principio, se acabó soltando un poco más. No tanto "El fenómeno", que aún así de vez en cuando lanzaba golpes con dureza. Por ello, Ismagulov, pese a vencer tras los tres asaltos, acabó cojeando, con una lesión de rodilla y en el hospital con el codo roto por una patada del gijonés, que acabó con pequeñas heridas.

"A veces hay que dar un pequeño paso hacia atrás para avanzar luego más fuerte", reflexionaba al término de la pelea Omar Rodríguez, entrenador que ha visto crecer al asturiano y que le acompañó a Praga. "Estamos muy orgullosos de ti", fue lo primero que le dijo tras terminar el combate. En Gijón, aficionados se reunieron en un bar de El Bibio para disfrutar de la pelea y su familia se juntó en su barrio, el del Polígono, para vivir su debut. "Estamos muy orgullosos. ¡Estamos en la UFC y es un campeón!", señalaba su prima Yaiza González pese a la derrota. No es para menos: al asturiano le quedan más peleas en la meca de la lucha para mostrar su valía.

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