La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Brujo, sin piedad con El Chopo

Quini convirtió a su amigo Iribar en el portero al que más goles marcó

Por la izquierda, Churruca, Kubala, Iribar y Quini llegan a la concentración de la selección española celebrada el 19 de febrero de 1974. EFE

Cuando a José Ángel Iribar, el mítico portero del Athletic Club de Bilbao y de la selección española, se le recuerda que fue el cancerbero al que Quini le marcó más goles, el vasco se sorprende. "¿Seguro? En algunos de esos partidos a lo mejor no jugué yo", comenta "El Chopo". Pero no, "El Brujo", gran amigo del portero, le hizo la friolera de 13 goles, una docena en la Liga y otro en Copa del Rey.

Un dato cuantitativo algo irritante para Iribar, que enseguida traduce al lenguaje futbolístico. "Fue un delantero temible, un jugador de área muy listo, realmente temible. Lo que le diferenciaba de los demás es que remataba de cabeza con la misma potencia que lo hacía con el pie", asegura el portero.

Ha llovido mucho desde entonces. Todos los goles acontecieron en la década de los setenta. Iribar jugó su último partido como profesional en 1979, aunque se retiró oficialmente en 1980. Por eso se le disculpa que en realidad no recuerde con claridad ninguna de esas dianas. "Recordar cada partido es complicado, pero desde luego el Sporting con él y con Churruca tuvo una delantera de muy alto nivel", relata el portero vasco.

Lo curioso de la cifra es que, de los 13 goles, Quini solo fue capaz de marcarle dos en el viejo San Mamés. La Catedral siempre fue un estadio que llamó la atención de El Brujo. Quizás sea por el gran arco que decoraba el vetusto campo y que cuentan los que lo conocieron que "se veía a 15 kilómetros del estadio". O por el cuidado césped que poseía siempre el recinto, una rareza para el fútbol del norte de la época.

Todo eso es lo que rememora el mismo Iribar: "Lo cierto es que era un campo muy complicado. Quini, como muchos otros delanteros, sufrió jugando allí. Teníamos mucho empuje defensivo, eso es lo que siempre nos ha caracterizado".

Iribar mantuvo una estrecha relación de amistad con el añorado jugador del Sporting, aunque le tocó sufrirlo como rival. Pero a tenor de los números, Quini no dudó en "castigarlo" siempre que pudo. Pero Iribar también pudo disfrutarlo como compañero en la selección española. Recuerda en esas largas concentraciones de los setenta su carácter afable y sobre todo sus bromas. "Era una persona muy cercana. Siempre estaba de buen humor", rememora "El Chopo".

Pero al final, un hombre de fútbol de la vieja escuela como José Ángel Iribar siempre lo lleva todo a su terreno. A lo que pasa mientras corre la pelota durante los noventa minutos. Es entonces cuando se acuerda del debut de Quini con España. Fue en un amistoso en La Romareda, en Zaragoza, el 28 de octubre de 1972. Ganó la España de Kubala (2-1). Marcaron Luis Aragonés y Quini. "Hacía un frío tremendo, casi helaba. Fue un partido complicado, con mucho viento", relata.

O cuando en 1972 le partieron el pómulo en un amistoso contra Irlanda del Norte en Inglaterra. Fue un encuentro de clasificación para la Eurocopa de Bélgica de 1972. Quini emergió para rematar de cabeza un centro largo y George Best le rompió la cara de un codazo. Se ve que el mítico "siete" del Manchester United no solo tenía afilada la lengua. Esa lesión dejó a Quini en el dique seco cerca de un año. "Tenía toda la cara deformada y él quería seguir jugando. Creo que eso le define como futbolista", asegura Iribar.

El vasco tampoco puede olvidar el que quizá fue uno de los grandes partidos de la época. España se enfrentaba a Escocia en Hampden Park, en Glasgow. Ganó remontando el tanto inicial escocés con dos dianas de Quini. "Recuerdo muy bien ese partido, porque yo cumplía un récord de más encuentros con la selección. Paré un penalti. El partido lo sacamos adelante entre todos, pero vino muy bien su faceta goleadora", señala el cancerbero.

Por todos esos momentos, Iribar, un hombre de carácter recio, no puede por menos emocionarse cuando recuerda la cercanía del aniversario de la muerte de Enrique Castro. "Hablar del Sporting es hablar de Quini. Como no lo vamos a echar de menos", dice el portero al que se le entrecorta mínimamente la voz.

José Ángel Iribar, junto con la asociación de veteranos del Athletic Club, tendrá un detalle con la familia ante la efeméride de su muerte. Porque "El Chopo" y El Brujo mantuvieron una relación de amistad cercana más allá del fútbol. Y eso que Quini no tuvo piedad de él y le llegó a marcar 13 goles cuando El Brujo mandaba en las áreas.

Compartir el artículo

stats