El piloto de motocross allerano Enol Megido, de 19 años y vecino de Cabañaquinta, no falleció por la caída sufrida el domingo en el XIII Campeonato de Motocross de Rueda. Así lo aseguraron sanitarios del Hospital Universitario de Valladolid, donde fue trasladado tras su accidente. El motorista que iba justo detrás de Megido en la carrera declaró que el joven "parecía haber perdido el conocimiento" durante el salto. La autopsia, que determinará la causa exacta de la muerte, fue realizada ayer. La Federación de Motocross de Castilla y León está "conmocionada" ante lo ocurrido y sus representantes acudirán hoy al funeral de Enol, a las cinco y media de la tarde en la iglesia de Cabañaquinta.

El presidente de la Federación de Motocross de Castilla y León, Francisco González, era el director de la carrera en la que se produjo el trágico suceso. "Lo cierto es que, el lugar en el que se produjo la caída no tenía dificultad", aseguró ayer. El "salto" era fácil para un piloto tan experimentado como Enol Megido.

Las motos eran su pasión desde niño. "Le apasionaba el motocross y, en él se juntaba el talento con la voluntad", explicaron amigos que lo acompañaron en sus comienzos como piloto. Hace dos años que se inscribió en la Federación de Motociclismo de Asturias y, el año pasado, quedó en el 11º. puesto de la región. Además, corría con un grupo de amigos en el Team Carkaba y había empezado esta temporada en el Valdesoto Motoclub. "Era realmente bueno y nunca se cansaba de la moto", afirmaron sus allegados.

Una pasión que compartía con algunos miembros de su familia. Su padre, Jeromo Megido, era uno de sus más fieles seguidores. Presenció la carrera en la que se produjo el accidente. Enol Megido había comenzado el recorrido hacía apenas cuatro o cinco minutos. El "salto" en el que se produjo la caída llegaba después de una curva pronunciada. Enol Megido, por tanto, no circulaba a mucha velocidad. "No superaba los treinta kilómetros por hora", aseguraron varios testigos.

El salto era corto, es decir, sencillo. Ya en el aire, según otro de los pilotos de la carrera, Enol Megido "parecía no tener conocimiento". La caída no parecía, en principio, muy grave. Pero al golpe de Enol Megido siguieron unos minutos de mucha tensión.

El padre del joven y el presidente del Valdesoto Motorclub, Noel Gutiérrez, pararon la carrera al instante. Corrieron hacia Enol, para auxiliarlo. "Parecía no tener pulso". Pero el casco "estaba intacto" y en la cabeza del joven, siempre según la versión ofrecida por los testigos, no había ninguna herida. Intentaron reanimarlo y fue trasladado al Hospital Universitario de Valladolid. Ingresó en estado crítico aunque, según fuentes sanitarias, experimentó una leve mejoría durante las primeras horas. El lunes por la mañana, el joven falleció. "Ha sido un golpe tremendo, aún no lo podemos creer", lamentaron fuentes de la familia. No se le conocía ninguna patología previa.

Enol Megido iba bien equipado. Llevaba incluso collarín, una pieza que protege los hombros, el cuello y el pecho. Su uso no es obligatorio. "Era muy prudente, sabía lo que traía entre manos por su experiencia y por su sensatez", aseguran sus amigos. Su accidente dejó conmocionado al público de la carrera, entre los que había jóvenes pilotos que se mostraron desolados. El municipio de Aller está consternado por esta pérdida, que se suma a la Sergio García, otro joven motorista de Cabañaquinta, fallecido en octubre.